Finalmente llegamos al momento de elaborar nuestro eslogan publicitario, la clave de comunicación de nuestro producto final. Hablando de comunicación podremos proyectar nuestro trabajo a través de 3 diferentes métodos de propagación.

-Nivel cognoscitivo:
Desde nuestra posición intentaremos colocarnos emocionalmente en el lugar de nuestros receptores para estudiar e intentar comprender el nivel de conocimiento que el grupo tiene acerca del tema o proyecto que le estamos explicando. Habrá una clave común para que todos puedan entender nuestro mensaje: claridad, factores común e impacto. Debemos de asimilar que el concepto y nuestro mensaje sea (sin diferencia) fácil de asimilar por todos. También deberemos de ser capaces de “jugar” con nuestro concepto y variar este según el prototipo de audiencia que tengamos. Pongamos por ejemplo, de referencia; un mismo tema no podrá ser igualmente tratado por un grupo de negociadores con falta de tiempo y poca retención de asimilación de conceptos que un grupo de jóvenes estudiantes que han comenzado su jornada, un grupo de creativos, o un estudio de mercado con amas de casa  u otro con adolescentes… adaptaremos el lenguaje (formal, culto, coloquial) de acuerdo con esto así como al recurso de frases hechas, anécdotas, cuando sea necesario, para restar la tensión que nace principalmente al empezar una presentación y así aumentar la concentración. Nunca tocaremos temas religiosos, “guerras de sexos” o temas políticos, pues no todo el mundo puede sentirse bien frente a estos temas, y podríamos incomodarles o incluso llegar a enfadarles, ya que cada uno tiene su postura, obviamente. Así mismo prestaremos atención a nuestra posición (erguidos, buen uso de la gesticulación acompañando a nuestras palabras, voz firme y proyección de la voz) evitaremos aspavientos exagerados y chillidos bruscos así como un tono monótono de voz o risitas nerviosas.
-Nivel emotivo-afectivo: se basa en saber analizar las emociones asociadas al grupo de clientes, sus emociones, reacciones; por medio de esta capacidad intentaremos adaptar las cualidades del producto y su análisis a una óptima reacción, siempre buscando la mayor aceptación de los receptores ante la presentación de la idea/producto/campaña etc…
-Nivel interpersonal: esta última se desarrolla entre la mezcla de la comunicación y el comportamiento del emisor. Esto es, adoptaremos la misión de ser un capaz interlocutor; quién emitirá el mensaje en nombre del producto teniendo en cuenta que el carácter y la conducta del emisor influirán directamente al público que se dirige. Utilice palabras clave para su eslogan que indiquen o representen los sentimientos que quiera evocar.
Por ejemplo, si utiliza el eslogan (en el supuesto de querer presentar un proyecto de un libro de autosuperación, tan de moda en algunas editoriales americanas modernas) “Optimismo, rompiendo barreras”
Optimismo significa superación, alegría, un estado mejor al que podemos aspirar, ganas de luchar por nuestras metas… mientras que barreras (un contrapuesto) indica la oposición, lo que queremos romper, contra lo que queremos autosuperarnos y probar nuestros retos. Este “descoloque” predispone la mente del receptor a captar ya una idea (por así decirlo,  incluso subliminal) y ayuda a que entiendan el concepto desde el principio y que su mente evoque ya las opiniones/ideas que le provoca el producto o idea.

Segunda parte:
Tendremos en cuenta la selección de medios que utilizaremos  ya que de esto dependerá el éxito y por lo tanto el número de exposiciones que hagamos dirigidas a un público que pueda estar interesado en un producto.

La selección de medios debe valorar cuanto de beneficioso es crear ese producto y elegir los canales de comunicación para su difusión con el mejor de los resultados posibles y aceptación por parte del público que este valorando las características del producto. Nos guiaremos por los siguientes criterios que serán los que nos permitirán hacer una selección adecuada del proceso de comunicación:

-Observación del medio: el conocimiento del perfil del público máximo al cual irá destinada la campaña publicitaria.
-La evaluación del impacto y la respuesta, crítica y opiniones de la recepción del mensaje por cargo de los clientes/audiencia.
-Estudio de la respuesta: la reflexión sobre la respuesta esperada supone la existencia de ciertas bases que provienen de la investigación publicitaria (pretest o postest) que ayuda a valorar y contabilizar los grados de existencia del nivel de comunicación y de convicción. El propósito es garantizar la eficiencia de la campaña publicitaria dado que se evalúan temas, datos y características de la publicidad como estímulos, referencias  y motivaciones que causan efectos en la conducta de la audiencia, de manera que puedan definirse estrategias de comunicación y formas de creatividad para que una campaña provoque emociones. Es aconsejable  el análisis de la respuesta que se ha emitido a partir de un pretest que evalué la capacidad de retención de datos por parte del receptor, la credibilidad, el poder de convencer que los datos han ejercido sobre ellos/as y la actitud del público frente a una marca o producto concreto.

Por otra banda, también tendremos en cuenta y analizaremos con una breve estadística el número de veces que tendremos que realizar las exposiciones de campaña del producto o idea, dependiendo de la repercusión a escala que queramos darle. También reflexionaremos sobre los medios que necesitaremos para llevar a cabo su difusión (tanto sean estos medios de comunicación y audiovisuales tales como radios, televisiones, plataformas de internet; como de difusión tales como imprentas, medios de difusión de publicidad escrita en locales, negocios, plataformas dedicadas a la explotación de publicidad etc...)

-Plan de medios: será un informe que contendrá la combinación de un análisis de los medios y términos de las exposiciones que llevaremos a cabo. Tendremos en cuenta, finalmente cuatro reglas importantes a la hora de realizarlo:

1. Hábitos de medios: mediante el análisis anterior de las premisas y opiniones de la audiencia estudiaremos el medio que sea más ofertado por ellos/as para buscar la información y este tendrá preferencia sobre cualquier otro.
2. Imagen proyectada: Un buen producto nunca está de más acompañado. Para que este tenga un triunfo seguro y óptimo deberemos acreditarlo, además de con calidad, de una buena plataforma y de los medios más adecuados para su óptima y exitosa promoción.
3. Oportunidad del mensaje: El publicista o equipo creativo deberá anticiparse a una serie de “posibles errores” y medir con lupa las diferentes opciones o caminos que se le podrían presentar al producto. Tendremos siempre un as en la manga para evitar posibles tropiezos o sucesos inesperados y tener un listado de soluciones y reacciones para nuestra herramienta de trabajo y que el mensaje sea dispersado con el mayor de los éxitos posibles.

4. Presupuestos: Por supuesto a la hora, de que nuestro mensaje se difunda podemos contar con diversos medios y plataformas; evidentemente mediante el uso de un Briefing detallado y esquematizado y consultando presupuestos con diferentes empresas podremos lograr que el presupuesto dedicado a la realización de la campaña no sea un problema.

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