Es una salsa emulsionada fría, cuyos únicos ingredientes son ajo, sal y aceite, y se conoce desde principios del siglo X, y aunque España y Francia se disputan su origen, hay quien dice que la recibieron de los romanos, y estos a su vez de los egipcios. Se aplica para dar sazón a numerosos platos pero especialmente para bañar carnes preparadas a la parrilla y los platos de caza.
Ingredientes:
6 dientes de ajos, 250cc de aceite (1 taza) y sal al gusto.
Preparación:
En un mortero se ponen los ajos pelados y un poco de sal y se machacan muy bien hasta que se vuelvan cremosos, añadimos el aceite poco a poco (en hilo) sin dejar de revolver hasta conseguir una crema con consistencia de mantequilla, dejamos reposas en un lugar fresco antes de servirla.
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