Decir no al orgullo, es uno de los principales ejercicios de sanidad interior que podemos accionar en nuestras vidas para poder experimentar sanidad.
El orgullo, nos hace sentir que nuestro "Ego" ESTÁ HERIDO, por cualquier circunstancia dolorosa que hayamos experimentado, y sentimos que nuestro dolor es tan grande, que no podemos resistirlo, pero mientras mas orgulloso seamos, y demasiados sensibles, con respecto a nuestro "Ego", mas difícil será el proceso de sanidad en nuestra vida, y mas fácil será que nuestras heridas, se empeoren mucho mas, antes de ser sanadas.
El problema de las mayorías de las personas, es que no están dispuesta a aceptar, que algo les dolió, pero que ya deben superarlo, y continuar con sus vidas, sienten que no se merecían tal situación, y lejos de olvidarlas, las hacen presentes recuerdos días tras días, simplemente , las hacen parte de sus frustraciones. Lo peor de eso es que muchas, sienten que alguien debe pagar por ello, y muchas de las situaciones problemáticas en los hogares, son producto de situaciones no resueltas, entre los miembros de la familia.
De este mismo modo, hay muchas situaciones que desencadenan en conflictos sociales, porque la gente que esta viviendo en comunidad, tiene resentimiento social, por situaciones no resueltas en su vida.
La Sanidad Interior, nunca comenzara hasta que se empiece a poner la primera piedra para ello "El perdón", y esta primera piedra no se podrá poner hasta que se derribe la muralla del Orgullo. Si no aprendemos a perdonar, jamás seremos personas sanas interiormente, porque la falta de perdón, conlleva a otras enfermedades internas en el corazón.
|