|
Aquí volvemos a vincular las áreas del cuerpo físico enlazadas con el energético, para comprobar una vez más, como la “enfermedad” comienza en la parte áurica del cuerpo antes de llegar al físico y como las emociones producen estos desequilibrios transformando un cuerpo sano y perfecto, en un cuerpo con “sombras” que tendremos que ir arreglando, comenzando por encontrar nuestro equilibrio interior para no dañar las funciones de nuestro organismo que, como comprobaras, está perfectamente orquestado, que todo es uno, y que cada vez más la medicina y la física dan por sentado que la materia no es solo materia, que es energía condensada, por lo tanto, comencemos por mantener nuestra energía limpia y perfecta para tener una vida sana y libre de cualquier tipo de enfermedad.
A medida que vayamos avanzando, te irás dando cuenta de los procesos a nivel interno, en tu parte más íntima, que se van desarrollando y haciéndote ver qué cambios sutiles se van produciendo en tu día a día.
Irás haciéndote consciente de que eres un ser “holístico” es decir: cuerpo-mente-alma y que no hay forma de dividirlos, que cualquiera de ellos que enferme, repercutirá en el otro, creando un estado de “mal-estar” inconsciente, que no favorecerá tu desarrollo como ser multidimensional que también eres.
Así poco a poco, irás decidiendo, como suelo decir en mis seminarios “En que parte del patio quieres estar… En la que brilla el sol o en la penumbra y oscuridad”.
Ahora vamos a comentar algunas enfermedades o dolencias, aclarando que emoción puede provocarlas, teniendo siempre claro, que el principal interés en este tema, es saber que a medida que te vas conociendo y re-conociendo tus propias emociones, cosa que aunque parezca increíble a veces nos cuesta reconocer, no ya a los demás sino también a nosotros mismos y saber que si es nuestro deseo, poco a poco podemos ir trabajando esa emoción para que la enfermedad desaparezca totalmente de nuestra vida, no realizar un tratamiento y que vuelva a aparecer al cabo del tiempo, si es que no hemos cambiado nuestra forma de ser al respecto.
Columna Vertebral,
La columna es nuestro pilar para mantenernos en pie, con lo cual, también lo es de nuestro Ser. Es la primera parte del cuerpo físico que se forma después de la concepción, por tanto, representa nuestro deseo de encarnarnos, de convertirnos en un ser vivo.
Está relacionada con las estructuras más profundas, aquellas en las que se fundamentan nuestras creencias y nuestro conjunto de valores más íntimos. ¿Quién soy? ¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿Qué es de ella?
Aquí se reflejan nuestros proyectos: "Estrés con respecto a lo que quiero hacer”, Está implicada en el crecimiento, en el proceso de maduración como ser humano.
Como dije, es la que nos permite mantenernos en pie, y por tanto, hacer frente a la vida, a la adversidad, a nuestra condición humana. Es el símbolo de la firmeza interior, de la rectitud y la sinceridad.
Los problemas aparecen cuando tenemos un grave conflicto con uno mismo, son las personas que siempre se están desvalorando, pensando que no sirven o que no
hacen nada en la vida que sea especial, por lo que sus pensamientos rondan en este aspecto:
“No soy nada”,
“En el fondo de mí mismo no valgo nada”,
“Soy una mala madre, esposa, padre, esposo, hijo”,
Aunque también pueden aparecen cuando somos inflexibles, cuando estamos anquilosados, cuando nos negamos a crecer mental o emocionalmente.
Cuando buscamos apoyo fuera porque hemos perdido la confianza y la fe en la existencia, en la vida y cómo no, en nosotros mismos.
Para mejora nuestra estructura tenemos que comenzar sabiendo que todos y cada uno de nosotros somos importantes, empezar a valorarnos y como no, a ser abiertos a las nuevas ideas, ser flexible con todo lo que escucho e ir adaptando a mi interior las cosas que sientan que son buenas para mí. Pero no las que me cuenten, si no las que yo profundamente sientan que son en beneficio de mi crecimiento personal.
Flor del Sistema Floral entre otras: Larch, ya iremos comentando más adelante porque. Retención de líquidos, Aquí manifestamos un estado de miedo e inseguridad en la relación con la vida. “Necesito amor, pero no me fio de nadie y sólo cuento conmigo mismo”. Es como una “barrera” que el individuo pone frente a su entorno, que le parece peligroso. Suele tratarse de personas que tienen muy arraigados los hábitos familiares, que se preocupan por la perfección, que tienden a asegurarse en exceso de la cosas y que tienen mucho miedo a ser juzgados. Aquí sería bueno tomar Crab Appel, además de otras flores como Whater Violet, amén de Mimulus, ya que nos estamos protegiendo del mundo, pensando que nos están engañando o haciendo daño, además de empezar a soltar, parte intrínseca de todo lo que vamos a ver a lo largo del camino. Mientras no aprendamos a soltar, todo lo demás nos dañara al nivel más íntimo. Soltar amarras, dar libertad al otro, dejar de acumular por lo que pueda pasar… .
Migrañas, La persona que las padece no quiere ver ni digerir lo que le sucede en la vida. Son angustias, frustración frente a una situación en la cual se siente incapaz de tomar una decisión. Al no tomar las decisiones adecuadas, la cabeza da una y mil vueltas con respecto al mismo tema, llevándote a la “temida” migraña. Aquí sería muy buena tomar White Chestnut, pues dejaras de dar vueltas al tema que te trae este malestar. Con respecto a la toma de decisión, es otro tema. Tendríamos que tomar Mimulus y Larch, para perder el miedo y tener confianza a la hora de ponerse en marcha y actuar en consecuencia con la decisión tomada, enfrentándose a las personas que de algún modo se sientan invadidas con la decisión a tomar. También se trata de personas cerebrales, exigentes, perfeccionistas, apasionadas, que asumen muchas responsabilidades y no saben frenarse, aceptan mal sus límites, con tendencia a querer controlar y a buscar siempre una solución mental a todo: “Debo hallar una solución con mi pensamiento”, pero nunca se conforman con la solución adoptada, continúan dándole vueltas y vueltas en la cabeza y no emprenden acciones. Es por ello tan necesaria la toma de las flores nombradas anteriormente. La migraña también puede afectar a aquellas personas que continuamente se sienten obligadas a superarse, sin tener en cuenta sus limitaciones ni sus necesidades reales. Puede tratarse de individuos, que desde hace mucho tiempo, se han sentido sometidos a restricciones, impedimentos, obligaciones, en el ámbito afectivo o familiar. Esta persona no se concede el derecho de ser lo que quiere, de seguir la dirección deseada. Duda de sí misma y cree que “no puede”, por eso vive apegada a alguien, aunque siente miedo de ser manejada y manipulada. La migraña aparece cuando se siente culpable por haber cuestionado a aquellos que tienen influencia sobre ella, cuando siente terror a que se descubra que ha hecho algo mal. Es decir, viven con una inquietud constante por no decepcionar. Para contrarrestar se esfuerzan trabajando durante más tiempo y más duro que los demás y así conseguir la aprobación. También puede manifestarse en aquellas personas que tienen dificultades en su vida sexual, tales como la represión desde la infancia, miedo o rechazo y que ahora vuelve a la superficie. Es como una lucha, que se desenvuelve entre los pensamientos y la sexualidad, que le sube a la cabeza y que tienen la sensación de que ésta les va a explotar. Migrañas de fin de semana: El resentir es, “No tengo derecho a la felicidad”. Migrañas premenstruales: Conflicto de desvalorización. “Tengo miedo a quedarme embarazada”. “No me siento a la altura”. “Necesito ser muy eficaz en lo que hago”.
ESTÓMAGO
No tener lo que se quiere y no poder digerir lo que se tiene, corresponde al duodeno y estómago. El colon corresponde a un conflicto asqueroso, podrido. En el recto, están los problemas de identidad: "No me respetan y me dejan de lado".
MÚSCULOS
Estos se corresponden con la energía mental, reflejan modelos mentales ocultos. Los músculos representan el motor (nos permiten movernos), la motivación, el deseo, la voluntad física, la fuerza, la energía de realización, la movilidad y la flexibilidad. Los músculos transforman la energía en acción. Los problemas musculares están directamente relacionados con los conflictos mentales, con nuestra conducta y nuestras pautas de comportamiento. Nos hablan de nuestra adaptación o no, al mundo exterior, de nuestra resistencia o aceptación de las nuevas experiencias, de nuestra capacidad o dificultad para actuar, llevar, soportar, avanzar, para dar salida a nuestra energía creativa, para movernos y transformarnos de acuerdo con nuestras ideas e interpretaciones. Las contracturas, los calambres, las distensiones y los desgarros musculares nos impiden el movimiento y nos obligan a parar. Conflicto de impotencia, desvalorización vinculada al esfuerzo, la capacidad, la actuación. “Aburrimiento, ganas de no moverse, desvalorización”. Los músculos rojos (voluntarios): Desvalorización respecto a sus competencias físicas: “No soy capaz de pelearme, de defenderme, de correr”. ¿Tenemos algún impedimento, externo o interno, que nos impide actuar? ¿No querremos ir demasiado rápidos en un asunto o estaremos haciendo demasiada fuerza? ¿En qué área de nuestra vida estamos sufriendo tensión o nos estamos forzando en exceso? ¿Avanzamos demasiado nerviosos e impacientes? ¿Tenemos miedo a llegar a la meta? ¿Quizás queremos arrancar muy rápidos sin una preparación previa? Aquí tenemos que aprender sobre todo a adquirir flexibilidad a la hora de llevar nuestra vida, de ser conscientes de lo que verdaderamente somos capaces o no de realizar. Es un buen momento para empezar a saber qué es lo que realmente queremos en la vida y para que hemos venido, además de descubrir cuál es nuestro don, porque realizándolo y desarrollándolo no tendremos que forzar nada, todo será relajado, aportando a nuestra vida felicidad y…magia. No podemos dejar de lado ni olvidar que: “De nuestros propios pensamientos nacen las emociones, éstas se traducen en acciones al realizar lo que pensamos, las acciones con el tiempo, se convierten en nuestros hábitos de vida y con estos creamos nuestro carácter”. ¿ No es hora ya de que pongamos en orden nuestros pensamientos para que generen emociones positivas?
Esto a veces requiere un gran esfuerzo por nuestra parte, pero te puedo asegurar que merece la pena cada pequeño esfuerzo que hacemos para que nuestra mente no vaya “a su aire” como siempre le hemos permitido, llegando a veces a la conclusión de que es libre y que no tenemos ningún poder sobre ella, cosa totalmente incierta, para ello existen varias prácticas como la meditación o el yoga que tienen mucho que decir al respecto y enseñarnos como poco a poco empezamos a ser los conductores reales de nuestra vida, al crear pensamientos y emociones positivas, generando bienestar a nuestro alrededor, en vez de estrés o de llegar a acumular poco a poco, diversas enfermedades, crónicas o no.
RECUERDA: Somos una unidad compuesta de cuatro realidades inseparables: orgánica, cerebral, psíquica y energética. No hay ni una sola célula del cuerpo que escape al control del cerebro, y este no escapa al control del pensamiento, consciente o inconsciente; de manera que ni una célula del cuerpo escapa al psiquismo. Un shock siempre va acompañado de un sentimiento personal que repercute en los cuatro niveles biológicos.
“La persona que recibe su enfermedad sabiendo que es un estado de desequilibrio producido en su interior comenzará a informarse, observarse, corregirse y aprenderá algo importante para su vida, sin dar tanta importancia a la dolencia en sí misma, sino, rescatando el mensaje más valioso que es conocer la causa del desequilibrio. La persona que logra comprender el mensaje sana de inmediato y es muy poco probable que vuelva a manifestar la misma enfermedad nuevamente. Cuando acepta el reto, su vida mejora en los aspectos que se relacionan a la creación de su enfermedad, teniendo la posibilidad de desarrollarse más plenamente, más sano y más feliz.
La persona que se deja sanar por agentes externos, sin hacer los cambios internos, tiene muchas probabilidades de volver a manifestar la misma enfermedad varias veces, y si se ha acogido a una cirugía es posible que luego enferme otros órganos del cuerpo.
Cuando comprendemos que la enfermedad es una posibilidad de crecer y hacernos más fuertes, las cosas se desarrollan de forma muy distinta a lo que sucede, con una persona que aún no lo ha comprendido. Es verdad que resulta muy sencillo acallar un dolor con un analgésico, y olvidarse del asunto, pero también es verdad que la tarea que emprende el que comienza a excavar en su interior a partir de ese dolor físico, saldrá renovado, más maduro, más consciente y con la práctica no volverá a necesitar enfermar para mejorar algún aspecto de su vida”.
|
|
|