Forma de acción
Los seres vivos
tienen campo electromagnético, dicho
campo es un sistema de frecuencias muy sofisticado,
que sostiene el correcto funcionamiento bioquímico
así como el equilibrio biológico
y psíquico. Según la interacción,
más o menos conflictivas con el entorno,
estas frecuencias pueden ser alteradas y afectar,
al equilibrio mental, emocional o físico.
Dado que el campo electromagnético es
un conjunto de sectores intercomunicados, toda
alteración de sectores de alta frecuencia
(Psiquismo, emoción) no restaurada puede
extenderse a sectores de frecuencias media o
baja, función física, la interacción
con el entorno desencadena alteración
psico-emocional que de no resolverse, puede
tener consecuencias somáticas, y /o la
incapacidad de asumir las alteraciones físicas,
se puede entender el desequilibrio a nivel psico-emocional.
Ejemplo
de esta interrelación:
Una alteración emocional media aguda
(miedo, ira o enfado) puede alterar, brevemente,
frecuencias asociadas al sistema inmuno-endocrino
y aumentar la fragilidad frente a gérmenes
y manifestarse, días después,
en un resfriado.
Las esencias florales
suponen Frecuencias armónicas concretas
a las pérdidas de frecuencia de sectores
específicos del campo electromagnético,
estimulando con ellos la capacidad restauradora
del propio sistema energético, las esencias
tienen la capacidad vibracional de ayudar a
restaurar especialmente los sectores de alta
frecuencia (emocional) lo que trae como consecuencia
la armonización de la personalidad con
el medio y el nivel esencial o mundo interno,
y esta armonía interna trae en consecuencia
la remisión del síntoma o su desaparición.
Las flores y su terapia son un puente de reencuentro
entre el hombre y la naturaleza.
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