Es común
que al cabo de una entrevista de ventas, el
cliente evada su compromiso con el cierre. Esto
ocurre cuando no se han explorado todas las
áreas de necesidad. Las frases más
corrientes son:
LO VOY A PENSAR
LO CONSULTARE CON MI SRA.
LE HABLO A MI SOCIO Y DESPUES LE DIGO, ETC.
¿Cuál
es la actitud adecuada del vendedor en estos
casos?
Respuesta: realizar un sondeo amplio.
Por ejemplo:
Vendedor:- ¿Qué dudas le quedan?
Es probable que algo no lo terminó de
satisfacer y sería útil que me
lo diga así por lo menos se va con toda
la información necesaria.
Con esta actitud el vendedor bucea en la zona
oculta del iceberg del cliente, advierte si
se trata de una excusa por escepticismo u objeción
o si realmente no es el último decisor
de compra.
Tratamiento del
escepticismo:
Muchas veces los
clientes no creen en lo que les decimos. Esto
sucede generalmente por sus experiencias anteriores
negativas.
La técnica en si misma es muy sencilla:
frente a la duda la prueba.
Pero...
No sirve cualquier prueba.
Condiciones que
debe reunir una prueba para eliminar el escepticismo:
Ser de validez universal:
Debe ser creíble para todos
Ser tangible: Debe
ser comprobable fehacientemente.
Tratamiento de
la indiferencia:
El cliente indiferente
es el que cree que no necesita nuestro producto
o servicio o cree que esta conforme con un producto
similar que ya posee. Es importante subrayar
la palabra cree porque si realmente está
satisfecho con lo que tiene o no califica para
un determinado producto, entonces: el cliente
tiene la razón.
En cambio, si necesita nuestros productos pero
no lo advierte, podemos recurrir, como técnica
de tratamiento a un sondeo de proyección.
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