Es el amor más allá del amor; la vida más allá de la vida; y yo, más allá de mí misma. Donde el corazón me lleve; ahí estarás tú. Donde el corazón te lleve; ahí estaré yo. Yo; buscándote. Tú; esperándome. Quién sabe dónde estás, cuál es tu nombre o tu aspecto físico. Querido desconocido, es la aventura de la vida, encontrarnos, ahora que algo de mí está cambiando. Me encuentro a mitad de camino entre tu vida y la mía. A dos pasos de ti. A kilómetros de él. A años luz del ayer. A un instante del mañana. Jugando con el calendario; una cita a ciegas en el horizonte de mis ojos. Dime a qué te saben los besos que no te he dado.
Quiero escribir contigo una historia diferente. Diferente a todo lo que he vivido hasta ahora: ya no busco el cuento de hadas. Tú... ¿mi príncipe? No, algo mejor todavía: mi complemento vital. Firmemos acuerdos de amor. Negociemos. Prométeme que pondrás límites a mi racionalidad con tu intuición. Hazme sentir el amor más allá del amor, la vida, más allá de la vida, y a ti, más allá de ti mismo. Por favor, no respondas a mis palabras con más palabras. Regálame hechos. Quédate cuando te diga que te vayas y cállame con un beso.
Quiero aprender a quererte a tu manera. Quiero que aprendas a quererme a mi manera. Negociemos, vivamos, sintamos que estamos hechos el uno para el otro. Pero sólo hay una forma de saberlo: intentémoslo. El amor es una tarea de valientes. Mírame a los ojos y dime que tú también lo eres. Tengo fe en ti: confía tú en mí.
¿Tú crees en la magia? Yo creo en el milagro del amor; ven conmigo y te enseñaré los mil caminos que nos conducen a Dios. Juguemos al amor, escribamos una historia diferente, rompamos las normas. No te quedes en mi apariencia y ve más allá de ella. Aprende a conocerme. Y quiéreme tal y como soy. No te busco porque me sienta sola sino porque creo que puedo cambiar tu vida. No cometas el pecado de confundir el amor con compañía.
Querido desconocido; quién sabe dónde vives o cuál es tu nombre. Quién sabe si tú también me estás buscando. Quién sabe... sin embargo, el misterio es el mejor aliado para construir una historia. Cuando pase el tiempo, miraremos atrás con el eterno placer de saber que hemos compartido un pedacito de vida. Hasta entonces, querido amigo, espero que seas feliz porque sé que en algún punto de nuestro camino nos encontraremos. Creo que las mejores historias son las que rompen los convencionalismos, el verdadero hechizo se encuentra en la perfección de lo imperfecto. Busco a un chico que sea capaz de ilusionarse sólo por el hecho de saber que me verá. Busco un chico que sienta que se encuentra a solas conmigo aunque estemos rodeados de gente. Dame la mano; como cuando éramos niños. LLevamos separados toda nuestra vida. Dime dónde estás; ven a buscarme. Dime que pasaría si muriéramos mañana: esto es una emergencia de amor.
Quiero una historia diferente porque yo lo soy y porque aspiro a que tú también lo seas. Donde el corazón me lleve; ahí estarás tú. Donde el corazón te lleve; ahí estaré yo. Simplemente, porque sé que en algún lugar del mundo hay una persona hecha para mí. Querido desconocido, dime... ¿quedamos mañana en la puerta de mi casa? Encadenados, diferentes, dos en uno, al norte de mi corazón, durmiendo juntos al Este del Edén.
Mensaje de la historia:
La libertad es una cualidad del hombre en cuanto ser racional que puede decidir entre diferentes alternativas en el presente. Sin embargo, aunque somos libres a veces nos gusta poner excusas antes que asumir la responsabilidad sobre nuestra propia capacidad de ir más allá de aquello que a lo mejor puede condicionarnos o influirnos exteriormente. En muchas ocasiones, la libertad requiere de valentía puesto que siempre surge el temor a equivocarnos, es decir, a elegir una opción determinada cuando a lo mejor podría convenirnos otra.
Pero el riesgo del error va intrínseco a cada decisión e incluso, a cada acto vital puesto que no tenemos el poder absoluto para conocer de forma directa todos los elementos que intervienen en nuestro campo de acción. El futuro, por ejemplo, es impredecible e incierto por más planes que hacemos con el fin de querer controlar el tiempo. De ahí surge uno de los mayores sufrimientos humanos: querer controlar lo incontrolable.
El ser humano tienen un anhelo perpetuo de felicidad dentro de sí mismo, sin embargo, la realidad es que elementos como la enfermedad, el dolor, el sufrimiento y la muerte constituyen una realidad necesaria de nuestra propia vida. Por otra parte, tampoco podemos controlar la voluntad de otro ser humano, por tanto, continuamente en nuestra interacción con los demás debemos aceptar y asumir que pueden pensar de manera diferente, que a lo mejor no quieren hacer un plan que les hemos propuesto… Es mejor tener una visión realista de nuestra propia condición de lo contrario tendremos poca tolerancia a la frustración pero lo cierto es que más allá de nuestro propios deseos la vida también impone su propia ley.
La falta de tolerancia a la frustración queda patente en aquellas personas que durante su infancia fueron educadas de tal forma que los padres siempre concedían todos sus caprichos y todos sus deseos. En estos casos, la persona se acostumbra a tenerlo todo fácilmente y sin trabajo. Sin embargo, el esfuerzo es una de las claves del éxito en la vida. Nos esforzamos continuamente para adaptarnos a los cambios, para poder lograr un objetivo, incluso el propio aprendizaje requiere esfuerzo…
Aprende a tomar cada vez más sabiamente tus decisiones asumiendo que te constituyen de manera inevitable. Es decir, cada acto define a la persona. Por tanto, aspira a la superación personal actuando siempre en coherencia con tus pensamientos y no te traiciones a ti mismo para que cuando te mires en el espejo sientas orgullo por ser quien eres. Un ser único e irrepetible que vino a este mundo sólo con un objetivo: ser feliz y ser el protagonista y el creador de tu propia historia en el viaje más importante: el de tu vida. Para ello cuentas con una gran aliada: TU LIBERTAD.
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