Se
cree que en la longevidad
intervienen factores genéticos, ambientales y médicos.
DEMOGRÁFICAMENTE
se observa que existen mayores posibilidades de llegar a una edad avanzada y
también una marcada e inexplicable reducción de la mortalidad a edades mayores
(los ancianos están viviendo más tiempo).
Japón es el país que goza de la
mayor expectativa de vida del mundo y de los menores niveles de mortalidad a
edades mayores.
FACTORES GENÉTICOS:
han demostrado desempeñar un papel importante en las expectativas de vida de
varios animales. En los humanos hay factores genéticos que parecen relacionados
con los casos de longevidad excepcional (más de 100 años).
Algunos
investigadores creen que el límite de la vida está genéticamente determinado,
como un "reloj biológico" que hace que esa persona muera a cierta
edad. El promedio es de 85 años. Según esta teoría, los
progresos en el campo de la salud sólo obrarían en los menores de esta edad.
Otros
investigadores opinan lo contrario; la mortalidad, según ellos, puede ser
reducida en todas las edades y la expectativa puede exceder los 85 años.
Hay
hipótesis que afirman que las variaciones en la
mortalidad
después de los 30 años
de vida pueden ser atribuibles en un 50 a 75 por ciento a factores genéticos y
en un 20 a 50 por ciento a factores no genéticos (por ejemplo: nivel social y
económico, estado nutricional, enfermedades sufridas durante la vida, etcétera).
FACTORES
AMBIENTALES:
La expectativa de vida está establecida por factores ambientales como el nivel
económico, la educación, la ocupación. Una persona sana en su juventud puede
tener mejor educación y conseguir mejor empleo en mejores condiciones
laborales.
Por
otro lado, las malas condiciones y el hacinamiento predisponen a enfermedades
infectocontagiosas que influyen negativamente en la salud.
El
cigarrillo es uno de los factores ambientales que tiene mayor influencia en la
expectativa de vida, debido al riesgo de enfermedad cardiopulmonar. Un estudio
en Inglaterra encontró que los fumadores vivían 8 años menos que los no
fumadores.
La
dieta y la actividad física se correlacionan en forma determinante con la
expectativa de vida.
El
alcoholismo, factores presentes en la vida intrauterina y perinatal, también
inciden.
Los
factores nutricionales y la exposición a infecciones durante diferentes etapas
de la vida son otros factores importantes.
FACTORES SANITARIOS:
El incremento de la expectativa de vida puede atribuirse a los progresos en
el campo de la Medicina de los últimos 40 años.
Avances
en enfermedades frecuentes y fatales como el infarto de miocardio o las infecciones severas
indudablemente influyen en la expectativa de vida de la población.
Y
el desarrollo de la Gerontología enfatiza la prevención de diversos trastornos
emergentes de este grupo etario influyendo en la reducción de la mortalidad.
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