Día 1.
Desde que dejé la cáscara estoy confundida; la primera pregunta que me hago es
por qué carrizo soy amarilla y mis hermanos también. Nunca pude conocer a mi
único hermano, quien fue apartado del nido prematuramente, sólo sé que se llama
Tortilla. ¡Me lo dijo tía Piroca!
Día 2.
Estoy preocupada, a mi mamá la invitaron a un sancocho esta mañana y no ha
regresado.
Día 3.
Descubrí que mi padre es un sinvergüenza. Creo que es árabe porque dice que
todas las gallinas son sus esposas. También me di cuenta de que es muy grosero.
Ojalá no salga tan puta! como la madre. Qué horrible es tener un padre machista,
creo que debo hablar con El Gallo Claudio para denunciar la situación de este
gallinero en pleno Siglo XX.
Día 4.
Ya casi soy una jovencita y aún no me salen los pechitos, mi tía Piroca dice que
las gallinas no tienen tetas porque los gallos no tienen manos.
Día 5.
Esta mañana mi hermano pollo soltó el plumero, creo que es homosexual.
Día 6.
El señor vecino del dueño de la casa donde vivimos, trajo ayer en la tarde un
gallo bien buen mozo, mi papá se puso bravísimo y ahora se la pasan peleando.
Vivir en un gallinero es horrible, además comer con el pico es muy incómodo.
Envidio al cochino del chiquero de al lado con esa trompota…
Día 7.
Querido diario: en la mañana de ayer regañaron a mi hermano porque se fueron a
la carnicería a ver pollos y gallinas desnudas en la heladera.
Día 8.
La situación con el gallo nuevo es insoportable, ahora para buscarle pleito a
papá, se levanta a cantar a las 4 de la mañana y nos despierta a todos. Aquí ya
no se puede dormir en paz.
Día 9.
Papá se levantó a las 3 de la mañana para fregar al gallo nuevo, pero vino el
dueño del gallinero y le dio un escobazo que lo mantiene al borde de la muerte.
Día 10. Papá murió. Le coq est mort.
Día 11.
El gallo nuevo creo que está loco, porque en el velorio de papá se me acercó y
me dijo que me iba a pisar, yo le contesté que habiendo tanto espacio no
entendía por qué me iba a pisar.
Día 12.
Tía Piroca me dijo qué es pisar.
Día 13.
Me pisaron.
Día 14.
Ahora que sé qué es “pisar”. Me parece decepcionante. Quisiera matarlo.
Día 15.
Hoy pasaron dos cosas muy importantes: Creo que tengo un huevo en mi vientre:
Voy a ser madre! Cuando nazca mi polluelo voy a ver con quién hablo para que me
den una beca alimentaria.
Día 16.
-No aguanto más! Hoy, por fin, le estoy escribiendo esta carta al Gallo Claudio:
Querido Gallo Claudio: soy una joven gallina embarazada de un gallo “gachista””
que me hizo el pisar sin mi consentimiento, es decir, soy una gallina abusada a
la que nunca le han dado tiempo ni siquiera para tener un orgasmo.
Si
usted puede hable con la Organización internacional de Derechos de los Animales.
Espere un momento, que un señor muy simpático que trae
unas
verduras en la mano, me está llamando. ¡Ya vengo!
Enviado por Irma. ¡Muchas
gracias!
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