Da igual si tienes un presupuesto limitado o no. Aunque tuvieras la fortuna más grande del mundo sería conveniente que fijases un presupuesto.

Aunque hay muchas formas de conseguir auténticos chollos por muy poco dinero, es
recomendable que apuntes a lo que más puedas permitirte. Recuerda que la calidad tiene un precio.

-Divide el proyecto de decoración en partes pequeñas. Así si sólo puedes permitirte una parte, te dedicarás exclusivamente a esa y no dejarás el resto de estancias a medias.

-No compres nada hasta no tener un plan bien definido de qué vas a hacer. Decide colores, esquemas, texturas, mobiliario... Es posible que necesites ir de tiendas y hacer unas cuantas fotos a las cosas que te gusten y apuntar sus precios para poder hacer bien tu plan

-El exceso de color blanco podría intensificar la sensación de que en la habitación falta algo. Dale toques de color si quieres aprovechar más tu estancia por menos dinero.

-Recopila muebles antiguos o de segunda mano. Recuerda que a veces te encuentras maravillas por menos de lo que valen. Al fin y al cabo quizás no sea necesario comprar el mobiliario como si fuera nuevo.

- Estimula tu imaginación. Las ideas creativas, la mayoría de las veces salen muy económicas. Si vas a ser tu propio decorador, recuerda que tendrás mucho éxito poniendo tu imaginación como máxima prioridad.

Recuerda la regla de oro: no se trata de cuánto dinero tienes, sino con qué inteligencia lo gastas.

Un recurso muy útil: usa lo que tienes

Tu vivienda refleja quién eres y proporcionará un entorno acogedor para tus invitados y para los tuyos.

Hay algo que cuesta mucho esfuerzo hacer después de muchos años: tirar cosas. Una vez que te atrevas a dejar marchar los viejos recuerdos te darás cuenta de que no era para tanto.

Usa lo que tienes cuando vayas a decorar tu casa, pero recuerda:

Evita mezclar muebles que no estén en buen estado o que no encajen con la nueva decoración. Así te ahorrarás mucho dinero, tiempo y le darás a tu hogar el toque personal que necesita.

Ten en cuenta que lo que tengas debe combinar bien con los objetos nuevos... si este no es el caso, puedes restaurarlos, cambiarles el color, etc.

No tienes obligación de quedarte con muebles que no te gustan, aunque sean un regalo o una herencia. Es a ti y a los tuyos a quienes deben gustaros.

Cada cosa en su orden: ¿qué hacer con tus cosas?... Ponte manos a la obra siguiendo los siguientes pasos:

- Cambia la orientación de tu mobiliario

Simplemente porque algo ha estado siempre en una habitación determinada, no significa que no pueda ser reinventado y revitalizado en un nuevo escenario.

- ¡Sé creativo en tu decoración!