La
selección de los colores predominantes en el ambiente, a fin de lograr un
entorno que predisponga a la
armonía y
atraiga la buena suerte, resulta de fundamental importancia.
Desde luego, no se
trata de cambiar los tonos de las paredes o los muebles principales, si no de
seleccionar adecuadamente los colores de los adornos elegidos para ese día, la
vajilla y la mantelería.
Evite, en
la medida de lo posible, el negro, el gris y el marrón: resultan agobiantes y
tienden a desequilibrar las vibraciones energéticas de los presentes.
El azul
debe utilizarse moderadamente, si bien este color tiene un efecto armonizador y
relajante, el predominio de azul en un ambiente puede alimentar tendencias
depresivas en quienes allí se encuentren.
El blanco y
los colores pastel: amarrillo suave, verde agua, celeste y rosa claros resultan
ideales para crear un clima de entendimiento amoroso.
Las velas de Navidad
Las velas
constituyen un elemento clásico en la decoración de la mesa navideña. A la hora
de combinar sus colores, tenga en cuenta los siguientes principios:
- Las rosadas son símbolo de amor (delicado si son pálidas, encendido si son
intensas)
- Las velas azules y celestes representan sentimientos de serenidad, devoción y
generan un clima de entendimiento espiritual.
- Las de color blanco simbolizan pureza, inocencia y gracia.
- Las de tonalidad violeta crean un ambiente de paz y espiritualidad
- Las velas verdes predisponen a la calma y la curación física y mental.
- Las rojas, en tanto, tonifican y revitalizan, aunque deben emplearse
mesuradamente para que no causen una excitación excesiva.
La tradición navideña intercala velas de estos tonos, simbolizando así la
fuerza, el poder (rojo) de la vida nueva (verde).
En
torno a la mesa
A la hora de elegir la
mesa sobre la
que se habrá de comer, será conveniente privilegiar las de forma redonda u
ovalada, ya que estas figuras simbolizan la unidad interna de la materia y la
armonía universal.
El acto de ubicar a las personas dentro de una
circunferencia, o bien, en torno a ella en el mundo de la magia, constituye una
defensa contra las vibraciones negativas.
Por eso, en
caso de contar con un mueble de esas características, podrá apelar a una
solución sencilla e igualmente efectiva: coloque en el centro de una mesa
cuadrada o rectangular, una circunferencia de cartón o papel de aproximadamente
40 cm de diámetro, en el contorno de la misma escriba los nombres de quienes se
sentarán a la mesa en la ocasión. Cubra la rueda con un
mantel
preferentemente circular.
Yolanda
Río-Pérez, decoradora y especialista en viviendas, ayuda a miles de personas a decorar sus
hogares con personalidad y buenos criterios.
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