9.
Un negocio debe estar bien ventilado siempre, pero nunca debe haber
corrientes de aire, y mucho menos si éstas son demasiado frías o demasiado
calientes.
El viento no debe entrar nunca directamente en un negocio. Obviamente, los
sistemas de ventilación deben estar en perfecto estado de funcionamiento y
limpieza. El Feng Shui le da mucha importancia al aire, porque si bien es
cierto que es aliento de vida, también es vehículo de enfermedades y malestares.
Un mal aire está lleno de dardos envenenados, flechas emponzoñadas y espadas
cortantes.
10.
En cuanto a la decoración, los negocios deben tener, y de hecho la
tienen, una personalidad propia, pero más allá de esta personalidad deben
estandarizarse y no sorprender demasiado al cliente. Una cadena de bancos o una
cadena de hamburgueserías pueden y a veces deben marcar un estilo innovador,
sin temor a sorprender demasiado al cliente, ya que todas sus franquicias o
sucursales tendrán el mismo aspecto, y eso dará el estándar indispensable para
llegar a la masa. Los cuadros, la pintura de las paredes, los detalles y la
decoración en general deben ser repetitivos, más no monótonos, es decir, que la
decoración, aspecto y ambiente de un negocio, empresa o comercio debe ser algo
que el cliente identifique inmediatamente como algo familiar y conocido, algo
que siempre ha estado o estará ahí como referente personal, algo, en fin, que
le dé confianza. El porcentaje de personas originales es muy reducido, tan
reducido que no vale la pena crear un negocio para ellas.
11.
Las relaciones entre empleados, patrones, proveedores, colaboradores y
clientes deben ser profesionales, y no familiares ni emocionales, aunque
pertenezcan a la misma familia. La organización debe estar claramente
jerarquizada y cada uno de los participantes debe sacar un provecho o beneficio
material de la relación. El jefe debe ser quien lleve la batuta por encima de
todo y de todos, y los demás deben cumplir a rajatabla su función particular, y
entre todos ellos debe reinar el entusiasmo, la actividad y la vocación de ser
útiles y de colaborar. Se debe animar y reconocer la labor, pero no se debe caer
en lazos emocionales de ninguna índole. Todos estarán más felices y funcionarán
mejor si se les reconoce su trabajo y se les paga bien por ello, que si se les
da mucho amor y poco dinero
12.
La aspiración siempre debe ser la más alta, pero el Feng Shui nos enseña
que se debe ir paso a paso y ascendiendo coherente y congruentemente. La audacia
es buena y hasta necesaria, pero siempre desde una base sólida, con capacidad
de respuesta y siempre como trampolín para subir otro peldaño de la escalera.
Los trabajos alimentarios, aquellos que se hacen bajo mínimos, deben ser siempre
temporales, y teniendo otra meta como verdadero objetivo. El conformismo suele
ser moneda corriente entre los empleados, pero debe estar prohibido entre las
personas que ponen un negocio. Si no se pretende crecer ni ser el mejor del
ramo, tener un negocio es igual o peor que ser un empleado mal pagado. Todo
negocio mediocre está condenado al fracaso, y sobre todo en estas épocas. Por
tanto, hay que habituarse a luchar para mejorar, y no para ir matando el tiempo.
Venderse demasiado barato implica tener que rebajar aún más el precio. Si esto
se hace con la vista puesta en una mejora, el volumen puede suplir el bajo
precio durante un tiempo; pero si se hace como sistema de negocio o de vida, la
ruina está garantizada, tarde más o tarde menos en llegar.
13.
Todo negocio, comercio o empresa tiene que acoplarse a un mercado y a un
ambiente, a un nivel y a unas expectativas, o bien, romper y ser completamente
diferente, creando un mercado y un ambiente propios, subiendo el listón y
teniendo como límite el infinito. Si un negocio es demasiado lujoso para una
zona, caerá en picada; sin embargo, un negocio demasiado vulgar puede tener
cierto éxito comercial en una zona de lujo, sobre todo si no está demasiado a la
vista. De cualquier manera ambos están destinados al fracaso, o a cambiar a una
zona más adecuada a sus pretensiones. Todo negocio que esté basado en lo
tradicional debe mantener dicha línea por mucho que se modernice, mientras que
un negocio que nazca moderno tendrá que reformarse constantemente para mantener
su línea de modernidad. Aquí, el Feng Shui señala simplemente los valores del
Yin y el Yang, los opuestos complementarios que todo negocio debe tener en
cuenta para funcionar, ya que tendrá que irse fusionando y complementando
constantemente, tanto por dentro como por fuera, para mantener el equilibrio y
la armonía, y hacerlo crecer y mejorar positivamente.