Muchos de los materiales y elementos utilizados por famosas revistas de
decoración
tienen su origen en elementos reciclados, a los que se les suma un toque
novedoso que muchas veces es más simple de los que imaginamos.
¿Quién dijo que decorar es caro?
Veamos algunos recursos creativos…
Una caja de vinos pintada y decorada sirve de estante sobre un radiador. Una
serie de jarrones de cristal cuadrados colocados uno al lado del otro pueden
transformarse en una novedosa estantería o un separador de ambientes.
Un globo grueso y transparente, relleno con líquidos de colores, plumas o gemas,
puede decorar un rincón, sea que lo apoyemos sobre almohadones o lo colguemos
del techo.
Una caja de vino barnizada, a la cual se le agregan unas rueditas, puede servir
para guardar libros o DVD.
Una bobina de cable de las grandes, pintada y terminada con una base de vidrio
puede convertirse en una coqueta mesa ratona.
Un cajón de vino antiguo, de esos que tienen pequeños compartimentos, puede
servir para hacer una repisa de miniaturas.
¡A no desperdiciar ni tirar trozos de mangueras! Enrolladas y pegadas
prolijamente pueden servir para hacer el respaldo o base de una original silla.
O para forrar un tacho o
revistero
y darle un toque moderno. O para armar novedosas alfombras o felpudos,
enrollando la manguera sobre una base de cartón y pegándola entre sí a medida
que se la va enrollando.
Las latas de conservas también pueden reciclarse: por ejemplo, pintadas y
decoradas pueden transformarse en originales portavelas para decorar un íntimo
rincón de la casa.
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Decoración con
reciclaje de monedas