Vivir en un espacio único, en un apartamento de un ambiente o en estudio pequeño
es algo desafiante, pero aún más desafiante es hacerlo en forma confortable.
A dicho fin, debes conocer los trucos para hacer que tu pequeño espacio se
sienta más espacioso y fresco; esos trucos que te permitirán combinar la
eficiencia, el confort, la funcionalidad, la belleza y el estilo en la
decoración del hogar a la vez que “fabricas” el espacio para todas tus
actividades —dormir, comer, trabajar, estudiar, y divertirte con amigos—.
Estas son algunas ideas que pueden hacer tu vida más sencilla, y que pueden
hacerte sentir menos apretado en tu pequeño apartamento.
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Compra muebles multiuso con capacidad de almacenamiento.
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Una cortina de ducha y una tina pueden convertir un espacio en un “espacio para
baño”. Abre la cortina y cubre la tina con una pesada tapa de piedra y tendrás
una mesada de cocina para contener tus utensilios. Después de cocinar, limpia la
mesada, sirve la comida sobre la misma, acerca unas sillas, y ya tienes tu
espacio listo para la cena.
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Existen tres claves para vivir a lo grande en un espacio único:
o
Esconder sábanas, cosméticos y pequeños artículos en contenedores que puedan ser
deslizados por debajo de la cama o colocados en muebles con capacidad de
almacenamiento.
o
Utilizar las paredes. Coloca estantes, lámparas empotradas, televisión en
soporte. Utiliza eficientemente el espacio vertical.
o
Recurre a la superposición. Sillas, utensilios, ropas, y toallas pueden
amontonarse unos sobre otros.
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Cinco cosas a tener en cuenta mientras vivas en un simple espacio:
o
Color,
o
Divisores,
o
Muebles,
o
Iluminación, y
o
Almacenamiento
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La organización es una obligación. Evita el desorden y la consecuente sensación
de caos que lo acompaña.
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Recrea un ambiente tranquilo y sereno. La decoración apagada y relajada es vital
para “construir” un espacio más grande y reparador.
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Si es posible, deja una de las paredes completamente en blanco, sin agregar
elementos de ninguna clase —ya sean estantes, elementos decorativos o piezas de
arte—. De esta manera, tu ambiente lucirá más espacioso.
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En lugar de recurrir a biombos para dividir el ambiente, recurre a divisores de
espacios con estantes que puedan ser usados para almacenar cosas. Puedes optar
por divisores transparentes o traslúcidos, que permitan ver al otro lado y
eviten sensaciones de claustrofobia.
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Bibliotecas de estatura media y baja, gabinetes con ruedas, puertas corredizas,
mobiliarios de líneas bajas, son siempre buenas opciones para los espacios
reducidos.
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Telas aterciopeladas cayendo desde el techo hacia el piso crean un fondo
interesante y pueden esconder utensilios y ropas sucias al mismo tiempo.
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Persianas venecianas o americanas sobre las ventanas aportan una sensación de
limpieza y hacen que el espacio parezca más aireado.
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Sillas que pueden colocarse debajo de la mesa, muebles con ruedas o que pueden
ser transportados cuando no están en uso, sofás que se conviertan en cama a la
hora de dormir, Loft beds con estaciones de trabajo, armarios, escritorios o
gabinetes debajo de la cama gabinetes pueden hacer que una pequeña habitación
luzca como una mansión.
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Mesas y sofás pueden unirse para hacer una gran mesa.
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Una cama angosta puede hacer las veces de sillón con algunos almohadones encima.
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La iluminación flexible y por capas —haciendo uso de las luces del techo, de
lámparas halógenas y de luces tenues y suaves—, puede ser la clave para adaptar
el ambiente a la actividad que te encuentras realizando.
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Utiliza espejos y superficies brillantes para reflejar más luz.
Yolanda
Río-Pérez, decoradora y especialista en viviendas, ayuda a miles de personas a decorar sus
hogares con personalidad y buenos criterios.
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