El ejercicio llevado a cabo en el agua es diferente a aquel que se desarrolla en
el medio terrestre. El agua hace que los ejercicios se sientan diferentes, la
presión sobre las vértebras se ve reducida y el flotar disminuye la tensión en
las
articulaciones.
Algunos de los beneficios de practicar este deporte en el agua son: aumento de
la fuerza, mayor relajación y disminución de los dolores de espalda, cadera,
rodillas y cuello.
La figura se ve estilizada. La actividad dentro de agua se basa en los pilares
fundamentales de la práctica de
Pilates que son el control, la respiración, la
concentración, la fluidez y la precisión.
La profundidad de trabajo en la piscina será a la altura de la cintura o pecho,
dependiendo del ejercicio a realizar. Parte del entrenamiento también se lleva a
cabo en zonas más profundas.
“Lo que hay que tener muy en cuenta a medida que se hacen los ejercicios es
la respiración. Siempre después de un movimiento hay que hacer una pausa. De
este modo se superan las corrientes que se generan en el agua.
Hay que contraer el abdomen, los glúteos y la pelvis que son las áreas que
más trabajan en el agua y en donde se centran la mayoría de los movimientos del
hidropilates”, sostiene el entrenador de esta técnica, el español Joaquín
Ballus.
El hidropilates lo puede practicar cualquier persona. No tiene
contraindicaciones y es una práctica altamente beneficiosa para las mujeres
embarazadas por el énfasis que se enfoca en la
zona pélvica.
“Fortalecer esta área es indicado para las mujeres, pero sobre todo para
aquellas que están esperando un hijo o para mujeres que han entrado en la
menopausia donde mantener en condiciones el suelo pélvico es casi esencial.
Los movimientos se llevan a cabo sin esfuerzo por lo que permite a todo tipo
de persona practicar esta técnica”, comenta el especialista.
La mayoría de las sesiones son de cuarenta minutos. Los diez primeros minutos
corresponden a la práctica de estiramientos y el resto del tiempo se divide en
trabajo cardiovascular y Pilates. Se utilizan diferentes dispositivos de
flotación para fortalecer las articulaciones.
Ejercicios de hidropilates
Realizar círculos laterales primero con una pierna y luego con la otra. Realizar
varias reiteraciones.
Dar patadas y hacer la bicicleta. Estos ejercicios deben efectuarse con rapidez.
No hay que descuidar la respiración. Si hay que hacer pausas entre movimientos,
se pueden hacer sin problemas.
Colocar los brazos en un flotador y dejar el cuerpo y las piernas sumergidas en
el agua. Estirar una pierna, flexionarla y luego hacer lo mismo con la otra
pierna.
Colocar luego una pierna en posición lateral e intentar levantarla lo
más posible y luego bajarla sin flexionarla. Hacer lo mismo con la otra pierna y
descansar. No hay que olvidar tener el abdomen y los glúteos contraídos cuando
se hacen los ejercicios.
Pasar el flotador por la espalda y tomar los extremos con ambas manos. Estirarse
bien hacia atrás, separar las piernas, juntarlas y volver a una posición recta.
Hacer lo mismo de lado.
Tomar el flotador por los extremos. Los brazos deben quedar bien estirados.
Estirar bien el cuerpo hacia atrás. Abrir y cerrar las piernas.
Utilizar un flotador para cada brazo. Estirar una pierna hacia adelante y al
mismo tiempo estirar la otra pierna hacia atrás. El tronco debe permanecer
recto. Reiterar diez veces.
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