Diez ventajas de ser hiperactivo

Muchos de los rasgos típicos del TDAH han sido compartidos por algunas de las mentes más brillantes a lo largo de la historia. ¿Tiene alguna ventaja ser hiperactivo?



Existe la creencia generalizada de que las personas con Trastorno por Déficit de
Atención con hiperactividad o TDAH padecen una enfermedad terrible.

A pesar de
que el cerebro de la persona con TDAH presenta algunas alteraciones que
dificultan su óptimo funcionamiento en determinadas áreas, el hecho de que esté
sobre-estimulado, también aporta algunas ventajas.

A continuación, se presentan
algunos de los beneficios que normalmente acompañan al hecho de ser hiperactivo,
que la mayoría de los normotipos no conocen y muchos TDAH que no aceptan su
condición, no valoran.


1. Empatía

Las personas con TDAH suelen tener mucha facilidad para relacionarse con
personas desconocidas, así como de identificarse con los otros y aceptar puntos
de vista diversos.

Es cierto que los niños y adolescentes hiperactivos suelen
agobiar a sus amigos tratando de acapararlos, pero esto no es sino una muestra
de la nobleza de éstos.

Simplemente, participando en algún programa de
habilidades sociales diseñado por un experto en TDAH, como un psicopedagogo,
cualquier hiperactivo puede aprender a sacar partido de la empatía que posee de
forma innata para mejorar sus relaciones sociales.


2. Ingenio

Se puede
afirmar sin ningún riesgo de error, que el ingenio y el TDAH van de la mano. De
hecho, existe una lista interminable de pintores, diseñadores, escultores,
cineastas, escritores, músicos y cómicos que son hiperactivos.

Esto es porque
para ser creativo hay que ser capaz de afrontar la realidad de forma
“desordenada”, algo que resulta muy fácil para una persona que siempre va
“contra el sistema” y que piensa de forma divergente por naturaleza.

De esta
forma, lo que cuando uno acude a la escuela supone motivo de preocupación para
padres y profesores, puede ser aplicado de forma ventajosa a la resolución de
problemas en la vida adulta.


3. Entusiasmo

Cuando una persona con TDAH afronta una tarea que le gusta lo hace siempre con
una absoluta pasión y entrega.

Esto hace, de las
personas hiperactivas
líderes
natos que son capaces de insuflar su energía a los otros. Es cierto que mantener
esta energía es lo que les cuesta y normalmente no les dura lo suficiente para
terminar lo que empiezan.

 Sin embargo, si forman parte de un equipo con
capacidades y estilos de trabajo diferentes, los hiperactivos pueden convertirse
en el motor del grupo.

4. Capacidad de resolución de problemas



Como se señaló anteriormente, las personas con TDAH poseen habilidades
especiales para descifrar enigmas y resolver problemas. Se supone que algunos
inventores importantes, como Thomas Edison, han tenido TDAH.

Esto tiene que ver
mucho con la forma creativa de afrontar cualquier dilema, pero también, con la
pasión, casi obsesiva, con la que las personas hiperactivas abordan cualquier
reto que decidan afrontar.

5. Hiperfoco

El Hiperfoco es un fenómeno que experimentan muchos TDAH que se caracteriza
porque la persona es capaz de abstraerse absolutamente en la realización de una
tarea o prestar toda su atención de forma selectiva a un detalle en
particular.

 Esta habilidad, hace que cuando la persona hiperactiva se concentra
en algo que le apasiona es capaz de realizar cualquier cosa que se proponga de
forma perfeccionista y detallista, consiguiendo logros excepcionales.

6. Sentido del humor

A casi todos los TDAH les gusta reír, y muchos de ellos tienen la capacidad de
hacer reír a los demás también. Si no, que le pregunten a cualquier profesor de
Primaria o Secundaria quien es el “gracioso de la clase” y la mayoría de las
veces el docente señalará al alumno o alumna hiperactivo.


Una vez, más, esta
característica puede ser aprovechada por la persona TDAH, como por ejemplo el
famoso actor Robin Williams ha hecho.

7. Espíritu de lucha

Desde pequeños, los niños hiperactivos parece que lo tiene todo en contra.
Muchos profesores los suelen etiquetar de maleducados o revolucionarios, los
padres no siempre pueden afrontar sus “ocurrencias” de forma positiva y suelen
experimentar muchos desengaños por parte de sus iguales o compañeros de juegos.

Sin embargo, estos niños se sobreponen con bastante facilidad y no cesan en su
empeño de tratar de “encajar”. Este espíritu de lucha les hace convertirse en
adultos que no se dejan amedrentar por los obstáculos y que abordan los desafíos
de forma proactiva.

8. Intuición

El TDAH tiene un sentido de la percepción rápida que les hace reaccionar de
forma automática a los cambios repentinos.

Esto les hace ser personas muy
susceptibles, pero también les proporciona la capacidad de intuir si una persona
o situación ha cambiado antes de que otras personas se den cuenta y prepararse
para afrontar estos cambios de forma exitosa.


9. Creatividad

El ingenio del que se habla más arriba, está relacionado con la creatividad y la
velocidad con la que una persona hiperactiva tiene ideas.

Si se necesita a
alguien con ideas, lo mejor es llamar a un hiperactivo inteligente. Quizá el
noventa por ciento de las ideas extravagantes que aporte no tengan ninguna
utilidad, pero puede que en el diez por ciento restante se encuentren verdaderos
tesoros.

10. Exceso de motricidad

Mientras
que para la mayoría de la gente la rutina semanal es agotadora, las perdonas con
TDAH llevan mejor las prisas y las carreras que exige el estilo de vida del
siglo XXI.

De hecho, lo peor que se le puede pedir a un hiperactivo es que se
quede quieto. Es más, la hiperkinesia que muchos hiperactivos experimentan de
pequeños suele suavizarse con la práctica reiterada de ejercicio físico, lo cual
hace que las personas con TDAH lleven un estilo de vida más saludable y
dispongan de unas reservas energéticas mayores que los normotipos.

Como se
ha explicado en este artículo, ser hiperactivo significa poseer unas
características muy particulares que pueden ser vistas como una ventaja o una
desventaja tanto por la persona con TDAH como por las otras personas con las que
se relaciona.

No obstante, el conocimiento y entrenamiento para el control de
estas características por un profesional de la psicopedagogía puede colocar al
niño, adolescente o adulto en una situación ventajosa para afrontar la vida
diaria tanto a nivel personal como académica o profesional.


Por Jenny
Guerra Hernández


www.facilmente.org


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