Recientemente se supo que varios
bancos que tienen previsto analizar los
perfiles de los clientes en las redes sociales para determinar qué tan alta es
su calificación de crédito.
Esto es una prueba más de que lo que pasa en
Facebook no se queda sólo en Facebook, y podría perjudicarlo de manera
inesperada.
¿Cómo van a utilizar esta
información los bancos? En primer lugar, van a usar su
listado de amigos, para establecer sus perspectivas a futuro. Si usted ha
recibido un crédito recientemente para pagar la hipoteca de su casa, puede ser
que sus amigos también, si se asume que aún tienen cuotas por pagar.
¿Tu Facebook puede hacer que te cobren más intereses?
En los últimos años, las instituciones financieras han comenzado a explorar
distintas formas de utilizar los datos de Facebook, Twitter y otras redes
sociales para establecer el nivel de riesgo de un usuario en particular, aunque
la mayoría de los empresarios que se ocupan de este problema dicen que a la
tecnología aún le falta entre tres y cinco años para que se generalice su
adopción.
Pero el panorama es desalentador: si los bancos aprenden a usar las redes
sociales, podrían recopilar información relacionada con temas sobre los que no
tienen permitido preguntar en una solicitud de crédito (incluyendo estado civil,
si reciben alguna ayuda social por parte del Estado o, incluso a qué clase
social pertenecen.
En otras palabras: elija a sus contactos con prudencia, porque algún día esto
podría determinar su situación financiera.
Y puede ponerse peor. Supongamos que usted se atrasa unos meses en sus pagos y
ha decidido pedir un préstamo para pagar sus deudas.
Usted se contacta con una
empresa como “Lenddo” (¡es una empresa real, no es un ejemplo ilustrativo!), que
le pide acceso a sus cuantas de Facebook, Twitter, cuenta de mail, para poder
suscribirse.
La empresa se reserva el derecho de delatar ante todos sus amigos,
según su reglamento:
“Siempre y cuando usted no se atrase en el pago de sus cuotas, usted tendrá un
control total sobre la privacidad de sus cuentas y su información sólo será
compartida con su permiso.
Por el contrario, si usted no puede pagar alguna de
sus cuotas, la empresa se reserva el derecho a notificar a sus amigos y su
familia por medio de Internet".
Los problemas que esto puede generar son varios. Los bancos podrían obtener todo
tipo de información que realmente no es de su incumbencia, y la usarán para
garantizar su solvencia.
También está el problema de los falsos amigos, ya que
sería un error asumir que todos sus amigos de Facebook son realmente sus amigos.
Algunos pueden serlo, pero sin duda algunos no lo son. ¿Por qué los problemas
financieros pasados de otros tendrían que afectarme (o viceversa), sobre todo si
se trata de un extraño con quien no he compartido más que un ocasional "Me
gusta"?
No es esto por lo que la gente se une a las redes sociales. Primero fueron los
empleadores que comenzaron a utilizar nuestros tweets y comentarios en contra
nuestro.
Luego, potenciales parejas y también amigos y compañeros. ¿Ahora los
bancos? ¿Quién será el próximo?
Por supuesto, éstos son pequeños conflictos que se pueden evitar fácilmente. Los
grandes bancos nunca se rebajarían a tener que tomar estas medidas. ¿O sí?
Claro
que sí. Las empresas que participan en esta clase de programas afirman haber
sido contactadas por los bancos más importantes, que estaban muy interesados en
sus algoritmos de análisis de las redes sociales.
¿Estaremos obligados por ley en el futuro a darle a los bancos acceso a nuestras
cuentas de Facebook, Twitter, LinkedIn, cada vez que necesitemos un crédito?
Probablemente no. Pero no necesariamente tiene que ser una obligación legal para
que se haga.