Los temas relacionados con el dinero deben manejarse con precaución y mucha calma. La persona a la que se ha prestado el dinero puede aún no tenerlo para devolverlo o haber olvidado el compromiso para pagar.

No siempre hay que pensar mal de las personas, pero para evitar elucubraciones, lo mejor es tener estos aspectos en cuenta:

1.- En el momento de prestar dinero, siempre hay que mencionar la fecha en la que debe ser reintegrado. Es importante mencionar que ese dinero se necesitará por lo tanto es conveniente que se entienda y se asuma el compromiso de devolución.

2.- Aunque la persona sea de confianza o muy allegada a la familia, es preciso que entienda que es un dinero que forma parte del presupuesto y que se cuenta con él para el futuro.

Si la cantidad es muy importante siempre se recomienda tener un resguardo firmado para poder reclamar legalmente en caso de necesidad.

3.- Si la fecha de devolución ha pasado y el dinero no ha sido reintegrado, no hay que sentir vergüenza o culpa por preguntar qué es lo que ocurre ya que cuanto antes se sepa el problema por el cual se está incumpliendo con el pago, mucho mejor para poder resolverlo o adaptarse a una nueva fecha.

No hay que dejarse llevar por la timidez ya que se está reclamando algo que se ha entregado en buena fe para ayudar a otra persona.

4.- Es importante siempre, más allá de la adversidad, mantener la calma. Enojarse no servirá de nada y solamente hará que la otra parte se predisponga de mal modo.

El deudor es quien en todo caso debe sentirse mal por no poder cumplir con su palabra o con lo acordado por escrito.

5.- Otro aspecto a considerar es no hablar del tema más de lo necesario con terceros. Si la deuda es con alguien de trabajo lo más conveniente es ser discreto y no mencionar que el deudor no paga o es una persona que no cumple con lo pactado ya que la situación podría complicarse y terminar uno siendo responsable de difamación o calumnias.

6.- Si el deudor no atienda las llamadas y nunca está disponible por teléfono o físicamente para dar la cara y explicar lo que ocurre, hay que poner en marcha algunas acciones inmediatas como por ejemplo enviar una carta que intime al pago y recurrir a la ayuda de un experto en caso de necesidad.

Mantener el temperamento bajo control es la mejor manera de arreglar en buenos términos un inconveniente de dinero.

Aunque la situación sea muy complicada, la tranquilidad es clave para poder afrontar un problema y hacer que el dinero prestado retorne a uno en el menor tiempo posible.

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