1. Si quieres
vivir de tu profesión tendrás que cobrar. Si no, como digo a menudo, no tienes
un negocio tienes una afición y, además, cara.
2. Tus clientes actuales se pueden sentir molestos si, de repente, y sin previo
aviso empiezas a cobrarles por algo que hacías gratis.
Pero que eso
no te asuste, si ese es tu caso esto es algo que puedes hacer:
- Avisar siempre con antelación.
Puedes decir
algo así como:
“Quería
informarte de que a partir de X mes mis sesiones/programas/servicios dejaran de
ser gratuitos. Me encantaría que siguiésemos trabajando juntas porque en este
tiempo has logrado A, B y C y podemos lograr mucho más.
Si te parece bien y estás interesada a partir de X mes la tarifa será de X euros.”
En este punto tienes la opción de ofrecerle un ahorro durante un tiempo
limitado. Por ejemplo, puedes continuar el mensaje anterior diciendo:
“Como
agradecimiento por este tiempo que hemos trabajado juntas, durante el 1º mes/la
primera sesión/… tendrás la tarifa especial de X euros, a partir de ahí el
precio será el establecido.
Quedo a la espera de tu respuesta y si ya no te interesa decirte que ha sido un
placer trabajar contigo“.
Como ves es
una manera asertiva y educada de decirlo. El resto depende de la otra persona y
tienes que estar dispuesta a dejar marchar a algunos clientes, porque no todos
querrán dar el paso y está bien, es normal.
Cuando eres
una profesional y cobras por tus servicios eres consciente de eso y lo aceptas.
- Si te sientes culpable…
Algo también
muy frecuente, piensa que hay muchas formas de ayudar gratis y que tu estés en
la bancarrota no es una de ellas.
Puedes dar charlas gratuitas, escribir un blog con recomendaciones, un podcast,
vídeos, tener un número LIMITADO de clientes gratuitos al mes, hacer donativos
(anónimos o no).
Tu decides,
hay muchas formas, pero no cobrar lo único que hace es devaluarte
profesionalmente.
Lo que yo
siempre recomiendo si haces algo gratis es hacerlo de forma limitada, ya sea a
un número limitado de clientes o durante un tiempo limitado, pero no lo hagas
por vergüenza o miedo o porque no sabes cómo o cuánto cobrar, eso no es nada
profesional y si quieres dedicarte a ello tienes que empezar a tomar decisiones
como una mujer de negocios seria.
Empieza con un mensaje como el que te sugiero y ponte en marcha ya.
Por Dra. Aida
Baida Gil
www.coachdelaprofesional.com