Fondos de inversión garantizados, un refugio seguro para las inversiones
En el despertar de la crisis financiera,
casi todos los inversores se encuentran buscando seguridad. Como resultado, las
firmas financieras están vendiendo un número de inversiones que prometen
protección de tu capital, pagos mensuales regulares o ganancias mínimas
garantizadas.
Pero ten cuidado, muchos de estos productos
no son todo lo que prometen ser. De hecho, algunos no alcanzan sus objetivos, y
muchos de ellos cobran altos aranceles. Puede que sean apropiados para algunos
inversores, pero exaltar su seguridad sin hablar de los riesgos sería
inapropiado. Si todo funciona, tu capital estará a salvo, pero desde luego no
hay garantías de que vaya a ser así. Algunos productos tienen riesgo de mercado.
No hay garantías de que los managers vayan a alcanzar sus objetivos.
Entre los productos que prometen seguridad
encontramos los fondos de inversión garantizados y la renta vitalicia variable.
Fondos de inversión garantizados
Los fondos de inversión garantizados se
proponen hacer exactamente lo que su nombre indica: garantizar la protección del
capital. En el pasado, solo inversores institucionales o magnates privados
tenían acceso a estrategias que les permitieran cubrirse frente a caídas en los
mercados y participar en porcentajes altos en el alza de un activo. Las notas
estructuradas aportan la flexibilidad y transparencia que requiere un inversor
para cubrir sus objetivos:
• Tolerancia al riesgo
• Horizonte de Inversión
• Visión de Mercado (Alcista o
Bajista)
• Interés en un activo en
particular
La clave de estas opciones de inversión es
que el capital inicial se encontrará protegido al vencimiento. Esto quiere decir
que si inviertes hoy 100 pesos, al vencimiento, pensemos en 5 años, al menos,
tendrás sus 100 pesos originales. Pase lo que pase. Esta opción se ideó para
proteger al máximo a las inversiones de los trabajadores pues en el peor de los
casos, como mínimo, el trabajador tendrá su capital original garantizado.
Algunos de estos fondos han mantenido su
valor cambiando acertadamente de acciones a bonos (éstas cayeron un 56% según el
índice Standard & Poor's 500 desde octubre de 2007).
Los bonos del tesoro y los bonos municipales
han rendido mucho mejor durante este período, pero en el largo plazo las
acciones han superado a los bonos, de modo que estar lejos de los valores de
renta variable podría ser costoso.
Éste es especialmente el caso, dado que las
ganancias del mercado de acciones se producen a chorros. Asimismo, un fondo un
fondo podría estar arriesgándose al sostener bonos de larga duración, y
seguramente tú querrás ser más precavido. Las tasas de interés están por el
piso. La única dirección que pueden tomar es hacia arriba. Mientras más retengas
un bono, mayor será la caída de su precio —a menos que lo mantengas hasta su
vencimiento—.
Adicionalmente, la idea de seguridad en un
ingreso fijo es una cuestión de extrema sensibilidad, sobre todo a partir de la
confusión y la volatilidad de los últimos doce meses. En este sentido, incluso
los bonos municipales y los bonos corporativos con grado de inversión han
padecido durante largos períodos.
Buena parte de los fondos garantizados
consisten en notas estructuradas, también conocidas como notas de capital
protegido, que son emitidas por instituciones financieras. El inversor recibe el
derecho de convertir los bonos en acciones de la compañía a un determinado
precio.
Es decir, combina la seguridad de un bono
con el potencial crecimiento de las acciones de una empresa. En momentos de
mercado donde predomina la incertidumbre, este puede ser un vehiculo interesante
para invertir en renta variable. Algunas de las ventajas son:
• En mercados alcistas funciona de
manera similar al mercado accionario.
• En mercados bajistas provee la
seguridad de una inversión en renta fija.
• Relación Riesgo/Beneficio
atractiva, retorno ilimitado con riesgo limitado.
• Liquidez – por lo general el
banco emisor garantiza Mercado secundario.
Muchos fondos excluyen dividendos de esta
clase. No obstante, históricamente, los dividendos han representado una porción
sustancial del beneficio de las acciones. Asimismo, la rentabilidad sobre estos
fondos es gravada como un ingreso ordinario y no como ganancias de capital, lo
que podría llevarse una buena tajada de tu rentabilidad.
Las sociedades emisoras, generalmente,
utilizan derivados financieros para garantizar tu rentabilidad y reducir sus
propios riesgos. Buena parte de los grandes aranceles se destinan a fundamentar
esas posiciones derivadas. Los gastos derivados pueden alcanzar el 2 por ciento
de los activos del fondo y, desde luego, serán sustraídos de los valores del
fondo. Lo cierto es que si alguien va a garantizarse algo, esto no va a ser
gratis. Mientras mejor sea el trato, más sospechas deberías tener.
Las notas de capital protegido suelen
funcionar mejor para las sociedades emisoras que para los compradores. Estos
productos son para los aseguradores una manera de ganar dinero y, en el mejor de
los casos, compartir algo del mismo contigo. Ellos tienen el uso de tu dinero
por el período de la nota, y tú no tienes otra cosa más que un producto
estructurado. Cualquier producto estructurado por una institución financiera le
dará a ésta la mayor posibilidad de ganancia mientras que tú te llevarás los
mayores riesgos.
• Riesgo del comprador
Cabe destacar que estos productos cotizan en
mercados secundarios, donde su precio varía en función al precio del subyacente
y los intereses devengados. El inversor debe tener en cuenta que el capital es
garantizado a vencimiento, durante su vida el producto puede cotizar bajo el par
(por debajo del 100% de su valor).
• Riesgo del emisor
Tal vez, el mayor riesgo es que el inversor
se encuentra apostando sobre la salud financiera de la institución que ha
emitido las notas. Y el Departamento del Tesoro no está detrás de todo esto. Es
decir que el inversor aporta a las instituciones financieras, y éstas mismas
ofician de garantes. Si se hubiera tratado de Lehman Brothers (que fue liquidada
recientemente), seguramente no te habrían garantizado nada.
A decir verdad, muchas personas resultaron
damnificadas con los productos estructurados de Lehman. Cuando Barclays Bank
tomo posesión de parte de Lehman, no se honraron todos los acuerdos existentes,
y esto puso a los tenedores en una mala posición. Y lo cierto es que no se sabe
qué empresa puede ser la próxima Lehman. ¿Hubieras pensado, dos años atrás, que
podría haber algún riesgo en tener notas estructuradas de JPMorgan Chase? Pues
bien, hoy seguramente pondrías una cantidad limitada en JPMorgan.