¿Préstamos urgentes? Mejor ir despacio...
Ya sea que
estés comenzando un pequeño negocio, remodelando tu casa o sólo pagando algunas
facturas, de tanto en tanto, deberás pedir dinero prestado. Ya sea que utilices
tu línea de crédito o que saques provecho de algún capital propio, querrás saber
en qué te estás metiendo antes de cerrar el acuerdo. A continuación, algunas
cosas para considerar.
Compra a la mejor tasa de interés
Lo más importante que debes comparar, a la hora de solicitar un crédito, son las tasas de interés, conocidas más comúnmente como “el precio del dinero”. Por eso, lo más importante es hacer la tarea. Pregunta en distintos bancos por las cuotas y luego haz lo mismo con los agentes. De esta manera, tomarás conocimiento del rango de precios.
No tengas
miedo de decirle al agente de precio más bajo que crees que puede ofrecerte algo
mejor, especialmente si otras propuestas se le acercan. Desde ya, debes
asegurarte de estar comparando manzanas con manzanas, así que averigua con
seguridad si las cuotas reflejan la misma cantidad y período de tiempo.
Asimismo, ten en cuenta los aranceles.
Consolida tus deudas
La consolidación de préstamos tiene dos ventajas:
- Es más fácil manejar una factura al final del mes en lugar de tres o más.
- Tú puedes cerrar en una tasa de interés baja.
Por supuesto, tú asumes un riesgo, si la tasa de interés continúa cayendo, es factible que no puedas volver a reconsolidar. De modo que estarías pagando más por tu dinero. Pero si las tasas suben, estarás muy feliz.
Utiliza tu capital
El capital
de tu casa es tu dinero, y a veces puede ser beneficioso usarlo. Por ejemplo,
puedes abrir una línea de crédito en contra de tu capital (utilizando tu casa
como garantía para el préstamo). Dado que éste es un crédito asegurado, deberías
conseguir una mejor tasa de interés que con la tarjeta de crédito. Pero, por
otra parte, si no cumples con tus obligaciones, podrías perder tu casa. Si tomas
un préstamo de capital sobre tu casa, asegúrate que sea para financiar un
proyecto que valga la pena.
Utiliza tu línea de crédito
Si no tienes una casa o no deseas utilizar la capital de tu hogar, puedes emplear tu línea de crédito. En pocas palabras, esto es tu tarjeta de crédito. En primer lugar, éstas son grandiosas durante una emergencia. Segundo, no tienes que justificar tu plan a ninguna persona antes de gastar, lo que quiere decir que tienes una amplia flexibilidad.
En
contraposición, pagarás tasas más elevadas. Sin embargo, siempre deberías
intentar negociar tasas más bajas con tu compañía de tarjeta de crédito.
Recuerda que el negocio de las tarjetas es muy competitivo y nunca está de más
preguntar por un trato.
Revisa la letra chica
Siempre que firmes un documento de préstamo, será necesario que revises los detalles. Dos cosas a tener en mente son el incumplimiento y la cancelación anticipada. El incumplimiento significa no pagar en término y, seguramente, querrás saber cuándo estarías técnicamente incumpliendo (30, 60 ó 90 días), y qué es lo eso significa. Por otra parte, querrás saber acerca de la cancelación por anticipado.
Puede sonar
extraño, pero algunos prestamistas cobran recargos a quienes quieren cancelar
antes de tiempo. Después de todo, mientras más rápido pagues, menos intereses se
generarán. Por lo tanto, averigua si puedes cancelar sin penalización.
Evita los préstamos urgentes
Las
empresas que publicitan préstamos instantáneos (a sola firma) suelen centrar su
negocio en el gran volumen, en las tasas exageradamente altas (por sobre el
300%), y en las penalizaciones. Estas compañías se benefician de las personas
desesperadas y deben ser evitadas a cualquier costo.
Maximiza el puntaje de tu crédito
El precio que pagas por el préstamo depende, en gran parte, de tu crédito. Por lo tanto, si estás planeando pedir en un futuro inmediato (en seis meses, por ejemplo), revisa tu puntaje y ve qué puedes hacer para mejorarlo.
Si has omitido pagos en la tarjeta de crédito, asegúrate de hacerlo regularmente durante los próximos seis meses. Y tómate el tiempo para limpiar cualquier error o mancha de tu reporte de crédito.
Pedir dinero...
Salir en busca de un préstamo puede ser una tarea agotadora, especialmente si nunca antes lo has hecho. Pero, de muchas maneras, un préstamo es como comprar un auto; todos tienen distintas características y precios.
Una vez que hayas superado el factor de la intimidación, verás que puedes comparar manzanas con manzanas, aunque sean de distintos árboles. Ahora que ya sabes lo más importante, es tiempo de salir a la calle.
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