Parece que no hay vuelta atrás: tu matrimonio se termina y el final de tu relación —otrora maravillosa— dejará algunas marcas dolorosas y visibles.
El divorcio es inevitable, y el proceso en general va a ser demasiado duro. Es tiempo de prepararte para lo peor y poner en orden tus finanzas en vistas de mitigar cualquier daño colateral.
A continuación, Enplenitud te ofrece los consejos para prepararte financieramente para el divorcio y asegurarte la supervivencia sin heridas monetarias permanentes.
Consíguete un abogado
Puede que te cueste algo de dinero en forma de comisión, pero contrata un abogado tan pronto como puedas si deseas prepararte económicamente para un divorcio.
Seguramente, querrás algo de asistencia para comenzar la correspondencia con tu futura ex esposa; algo de ayuda para poner las cosas por escrito.
Por ejemplo, la tarjeta de crédito común o el crédito renovable con garantía hipotecaria: mientras te encuentras casado y ambos nombres están en la cuenta, las responsabilidades de esas líneas de crédito son 50/50.
Al acreedor no le interesa si tu ex gasta $5000 en sus viajes con sus amigas por despecho o para hacerte enojar. Eres responsable del 50% del gasto.
No obstante, si tienes una comunicación documentada y certificada de tu abogado hacia tu ex mujer, en un procedimiento tedioso el juez podría fallar a tu favor.
Podría no sacarte de las garras de los acreedores, pero al menos evitaría que te lastimen financieramente. En definitiva, tu abogado puede aconsejarte sobre la situación entera, y eso es algo que vale mucho.
Actualízate financieramente
Puede que odies hablar con tu esposa de cualquier cosa, y mucho más sobre un tema tan sensible como las finanzas, pero ahora más que nunca debes estar al tanto de todos los pormenores de la situación financiera que vives.
Necesitas comprender todas tus deudas pendientes —no sólo esas dos que tienen en común, sino también las contraídas en forma individual—. Con la asistencia de tu abogado, busca llevar a cabo una revelación completa de todos los registros financieros y de todas tus cuentas.
Debes comprender el cuadro completo en lo referente a las tarjetas de crédito, crédito renovable con garantía hipotecaria, e incluso otros tópicos como impuestos, préstamos estudiantiles, deudas comerciales, etcétera, en vistas de evitar cualquier sorpresa imprevista. Y para hacerlo, deberás estar preparado para revelar por completo tu situación financiera.
Obtiene tus propias cuentas
Una vez que el divorcio es inevitable, debes comenzar a establecer tus propias cuentas —es decir, a tu nombre— para prepararte financieramente.
Esto incluye chequeras, tarjetas de crédito, ahorros, jubilación, e incluso el seguro del auto. Asimismo, debes comenzar a dirigir todos tus depósitos y cheques de pago a esta cuenta.
Cualquier cuenta a nombre de ambos será dividida en mitades iguales, y podría no resultarte muy agradable que tu esposa use tu dinero para pagar sus tarjetas de crédito y los gastos de su abogado.
Pon en orden las hipotecas o los pagos de renta
Si han comprado una casa juntos o si ambos figuran en el contrato de arrendamiento de su actual domicilio, necesitarás tomar este asunto con gran seriedad a la hora de preparar financieramente tu divorcio.
Desde luego, los acreedores esperarán que se les pague, sin importar cuál sea tu situación personal. Y posiblemente tú quieras mudarte ni bien caigas en cuenta de que la relación está acabada, pero al hacerlo podrías socavar tus derechos sobre el hogar y, una vez más, seguirás siendo responsable de 50& de los pagos de la hipoteca.
En algunos casos, los cónyuges pueden llegar a un acuerdo acera de quién se queda con la casa y de qué va a hacerse cargo cada uno.
Sin embargo, con frecuencia suele ocurrir que el juez ordena la venta de la casa para hacer que el proceso de división de bienes sea más sencillo y claro.
De seguro, no querrás que se presente el peor de los escenarios posibles, en el que tu esposa se queda viviendo en tu antigua casa y tú te encargas de pagar las cuentas.
Si eres el principal sostén de familia, deberías seguir haciendo los pagos hipotecarios y solicitar a que tu abogado mantenga registro de ellos —sin dudas, será muy importante para tu nueva vida de soltero que no los pagos atrasados o la ejecución hipotecaria aparezcan en tu puntaje crediticio—.
El procedimiento de divorcio puede tomar varios meses, y si tú has encargado del 100% del pago de la hipoteca durante este período, puedes hacer que el acuerdo legal refleje tus contribuciones hechas en este sentido.
Cambios al testamento
Si tienes un testamento, éste deberá discutirse inmediatamente y ajustarse según el acuerdo legal a la hora de prepararte financieramente para el divorcio.
Puede que no ocurra en años, pero imagina como te revolcarías en tu tumba si todas tus propiedades fueran a parar a tu ex mujer en unos treinta años.
En consecuencia, tu abogado deberá considerar cuestiones como quién será el ejecutor de tus propiedades o, si tienes hijos, cómo serán tratados los hijos de tu actual matrimonio con respecto a los hijos de tu primer matrimonio, o los hijastros de tu futuro matrimonio.
Con frecuencia, se escuchan historias de terror de chicos de un primer matrimonio que son dejados sin nada cuando la segunda mujer toma el control y pasa los bienes a sus hijos.
El divorcio es mejor cuando es una clara ruptura desde una perspectiva legal. En este sentido, para prepararte financieramente para un divorcio, revisar el proceso de confección de tu testamento, por más insignificante que éste sea, te ayudará a evitar que en los años posteriores aparezcan sorpresas desagradables.
Mantención de los chicos
Si tienes hijos, su sostén financiero es un tema de gran relevancia a la hora de prepararte financieramente para el divorcio. Las reglas del mantenimiento económico de los hijos dependen de cada estado o provincia, de modo que no existen reglas formales.
De todas maneras, suele ocurrir que el estado espera que los padres puedan alcanzar un acuerdo conveniente para los niños y que no afecte en forma perniciosa su estilo de vida.
Puede que no ocurra esto en todos los casos, pero el estado intentará siempre poner a los niños en primer ligar.
En este sentido, el estado publica guías basadas en los ingresos conjuntos de los padres y en la cantidad de hijos, así que es muy posible que puedas hacer un cálculo aproximado y atinado de lo que deberás gastar en la mantención de los chicos cuando estés preparando tu divorcio.
Si no recibes la custodia en primera instancia de los niños, deberás aceptar el hecho de que tendrás que pagar alguna forma de cuota alimentaria.
Cuánto pagues dependerá de ti y de tu esposa, y de tu situación financiera. Si tú y tu mujer no consiguen ponerse de acuerdo, entonces quedarás a merced de la decisión de la justicia, que llegará a una resolución según la información presentada por los abogados.
En una relación tormentosa, el divorcio puede aparecer como la respuesta más rápida y sencilla a la liberación personal y como una oportunidad de volver a comenzar.
Bien puede ser esto, pero si no logras hacerte una idea clara del cuadro financiero y si no logras un acuerdo, rápidamente podrías encontrarte en un mundo de problemas económicos (que dure meses o incluso años).
En lo referente a la planificación financiera y al divorcio, mantener tu compostura, llevar los registros y considerar la ayuda de profesionales es lo más adecuado.
Un acuerdo definitivo ahora les ahorrará —a ti y a tu esposa— una buena dosis de dolor financiero y emocional, y hará que les sea infinitamente más sencillo rearmar sus vidas e involucrarse con otras personas.
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