Dormir bien para vivir mejor

Dormir bien para vivir más: ¡manos a la obra! (o a la almohada...)

Consecuencias de no dormir bien

Dormir menos de seis horas y más de ocho genera verdaderos trastornos en el organismo. La falta de descanso puede ocasionar graves disturbios cardiovasculares y podría ser un disparador mortal. Hay que estar alertas para lograr una reeducación del cerebro a tiempo.

No queda más opción que la de desechar estilos de vida aprehendidos. El ritmo de la vida moderna continúa dilatando su abanico de males. Las investigaciones científicas no paran de advertir sobre las peligrosas consecuencias de acarrear un ritmo de vida acelerado.

Un estudio realizado en Gran Bretaña que contó con colaboración norteamericana revela que aquellas personas que duermen cinco horas o menos por noche son dos veces más proclives a adquirir cualquier mal y más del doble están expuestas a una enfermedad cardiovascular.

La investigación, que se extendió durante diecisiete años se encargó de analizar el estilo de sueño de diez mil funcionarios entre treinta y cinco y cincuenta y cinco años. Los datos se han dado a conocer recientemente y resultan más que relevantes.

Un tercio de la población del Reino Unido y casi el cincuenta por ciento de los habitantes de Estados Unidos duermen menos de cinco horas por noche.

Palabra de especialista: Dr. Cristian Lezama Campos

Me muero de sueño…. literalmente

Según una empresa ibérica en mobiliario de descanso, la mitad de los españoles duermen menos de cinco horas.

“No dormir lo suficiente afecta a la tolerancia a la glucosa. En personas con problemas de salud es una complicación que hay que tener en cuenta, pero también es un tema importante para quienes están sanos.

La falta de sueño aumenta el nivel de azúcar en sangre. Durante el sueño las células se reparan y el cuerpo elimina toxicidad, por eso es importante dormir lo necesario”, explica el neurólogo argentino especialista en sueño Cristian Lezama Campos, quien es investigador, a cargo del proyecto “dormir bien para vivir más” que ya lleva asimilado el descanso de cinco mil pacientes con diabetes que han mejorado su condición después de haber seguido las indicaciones de dormir seis horas nocturnas.

El hilo que separa el exceso de la falta es delgado. Otro análisis desarrollado por científicos de la Universidad de California, Estados Unidos, asegura que dormir ocho o más horas durante la noche eleva el riesgo de muerte temprana.

Dormir más de ocho horas por la noche es tan perjudicial como solamente dormir cuatro horas porque de una u otra manera se verá alterado el funcionamiento natural del organismo.

Si se duerme menos de lo normal estaremos interrumpiendo la función reparadora del sueño y en lugar de eliminar toxinas estaremos intoxicando el cuerpo con ellas.

Alterar el ciclo produce también aumento o disminución de peso, ya que la falta de sueño está relacionada con la reducción de los niveles de una hormona que regula el apetito e informa al cerebro la energía que queda disponible en el organismo.”, explica Lezama Campos.

La intención de estas investigaciones es concientizar al público sobre las consecuencias dañinas que se ocasionan principalmente en el corazón cuando se tiene un estilo de sueño incorrecto.

La falta de sueño genera aumento de la frecuencia cardíaca de la tensión arterial y alteraciones en el ritmo del corazón. El sueño fragmentado también afecta a la producción de hormonas que protegen el aparato cardiovascular. Esta desprotección puede ocasionar la muerte”, revela el neurólogo.

Estrés y mal dormir

El mal dormir crónico está íntimamente ligado al estrés. La falta de equilibrio en el compás de la vida diaria hace que este fenómeno nocivo adquirido deje secuelas en el organismo durante el estado de vigilia.

“En los últimos tiempos se ha demostrado científicamente que la tensión diaria disminuye las defensas creando un terreno apto para el desarrollo de enfermedades del corazón, úlceras de estómago, dolores articulares y asma”, detalla Lezama Campos.

Alejarse de la rutina, aunque sea de a ratos, disponer tiempo para uno mismo y escuchar a nuestro cuerpo, parecen ser las claves para mantener una salud física y emocional.

Cómo dormir bien

– No dormir menos de 6 horas ni más de 8 horas.

– No cenar de manera abundante e inmediatamente irse a dormir

– No ingerir café después de las 18 horas

– Evitar el ejercicio físico después de las 20 horas

– No consumir alcohol en exceso.

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