Pagar de
golpe una deuda libera financiera y psicológicamente hablando, pero la realidad
es que no siempre se puede terminar con ella de un plumazo, sino que hay que ir
poco a poco, mes a mes aportando dinero hasta que se tenga algo de soltura
económica y recién en ese momento se pueda cancelar o adelantar pagos.
Lo
primero que se debe hacer cuando uno tiene deudas es “hacer una lista de
todas ellas con las cantidades que se deben sin olvidar los intereses y en otra
lista el saldo disponible que se puede destinar a esa deuda”, aconseja el
asesor financiero español Roberto Velázquez.
Para
ahorrar dinero o para prevenir futuros imprevistos laborales o de liquidez, el
mejor método es hacer pagos mínimos en aquellas deudas que son las más caras
como préstamos personales.
También esta manera de ejecutar el plan es buena si
se tiene saldo disponible de más y se quiere terminar con una deuda de menor
cuantía.
“El alivio emocional que implica el liberarse de una deuda es
impresionante y estimula mucho a la persona que tiene más de una. Si se puede
pagar, pero mantener una estabilidad monetaria tras su pago, es la mejor
alternativa”, sostiene el especialista.
El
criterio propio es muy importante: “En la mayoría de las veces, cuando la
persona está ahogada por la falta de dinero, entra en un estado de confusión y
pierde la perspectiva.
Esto es normal mucho más cuando la situación es
verdaderamente extrema, pero hay que saber a qué clase de deudas nos enfrentamos
y sus prioridades.
Si por ejemplo se le debe dinero a un amigo, éste seguramente
pueda esperar, lo cual no ocurre con un banco, por tal motivo, hay que tener la
mente fría para determinar el orden de importancia”, continúa explicando el
analista.
A veces
no queda más opción que hacer recortes que luego podrán restablecerse una vez
pasada la tormenta. Si es necesario habrá que vender el coche, anular algunas
suscripciones o dejar por unos meses ciertos placeres de lado para poder
solventar los pagos.
“No hay que temer a estas decisiones aunque es doloroso,
son bienes materiales que se recuperan más tarde. La gente tiene que tener en
claro que el dinero va y viene, que las deudas hay que pagarlas y afrontarlas
aunque se pierdan ciertos lujos o gustos, pero que luego se volverán a tener una
vez pasado el huracán”, comenta Velázquez.
Pasos
importantes a tener en cuenta:
·
Tener muy en claro la cifra de las deudas y el ingreso del que disponemos.
Planificar cuáles son a corto, mediano y largo plazo. La programación es
importante para no tener imprevistos y saber exactamente a lo que uno se
enfrenta.
·
Afrontar la realidad y ponerse en marcha. Negociar con el banco una manera de
poder refinanciarla, extender el plazo de pago o alguna manera en la que sea
posible continuar pagando. La predisposición es importante.
· No
seguir endeudándose para seguir pagando. Será una bola de nieve imposible de
frenar.
A qué se
le debe prestar atención antes de adquirir una deuda:
·
Trazarse metas realistas de pago. Por más que se esté ganando muy buen dinero,
siempre es mejor andar al principio con cuidado y no hacer el plazo de pago
demasiado corto ya que la cuota será más alta.
Si más adelante se puede hacer
frente a una mayor cuota mensual, se adelantarán pagos. Siempre es más fácil que
un banco acepte adelantar pagos o cancelar la deuda de un tirón aunque exista
una penalización que acepte extender el plazo de pago de una deuda concebida a
corto plazo.
·
Reflexionar acerca de si es necesario someterse a esa deuda y en qué condiciones
laborales se está en ese momento y a futuro para evaluar las probabilidades de
tener inconvenientes para saldarla.
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