El familiar o amigo que recurre a ti a
pedirte dinero prestado es porque, seguramente, seas su última opción y ya
recurrió a todos los medios y nadie le presta dinero porque chequearon su
historial.
Si respetas la relación, es mejor ser
sincero y decir que no puedes prestarle el dinero, que mejor no lo harás.
En todos los casos es preferible no
prestar ni pedir prestado dinero a un conocido. Al momento en que el dinero está
en el medio, ya la relación deja de ser solo amistad.
De alguna manera el prestador pasó a ser
el amo, y el que necesita el dinero el esclavo. En cada cena familiar o reunión
de amigos, las relaciones cambiaran.
Si ya has cometido el “error” de prestar
dinero y no te lo han devuelto, debes perdonarlos. Si el alguien muy cercano,
debes reconocer el error al prestarle dinero y quitar la tensión.