¿Cómo te va? Es una pregunta sencilla, pero la mayoría de nosotros no sabemos responderla porque no sabemos cómo nos va.
Entonces, comencemos por el principio: ¿Cómo medir cómo nos va? Podemos hacerlo formulándonos algunas preguntas. Todas son muy sencillas.
No necesitarás nada más que un lápiz, un trozo de papel, y el conjunto que documentos que utilizas para hacer tu declaración de impuestos.
¿Cuál es tu valor neto?
Esto es la suma de todos tus activos y pasivos. Esto quiere decir que tus activos financieros —tu casa o tu condominio, si es que posees—, y tus activos hogareños —auto, mobiliario, piezas de arte, y joyería—. Una vez que tengas el total de tus activos, réstale el total de tus deudas.
Los bienes son aquellas cosas que te pertenecen. Bajo el encabezamiento "bienes", haz una lista de las cosas que posees. Aun si no las has pagado por completo, inclúyelas en la lista.
Estos bienes pueden ser cosas como tu auto, tus muebles, tu casa, tu equipo para acampar, y cualquier suma invertida en cuentas de ahorro, efectivo, bonos, etc. Identifica cada cosa y luego señala su valor (por ejemplo: Lavadora GE ….. $300.00).
Puedes averiguar el valor de ciertos bienes consultando los anuncios clasificados de tu periódico local. Se honesto con tus cálculos. Solo te engañarás a ti mismo si exageras el valor de tus bienes.
Sin dudas es un número que suele atemorizar a la gente, ya que muchas veces resulta negativo.
¿Cuánto ha cambiado tu valor neto?
Puedes hacerte una idea restando tu valor neto del último año de tu valor neto de este año. De esta manera, tendrás una verdadera idea del cambio.
Si divides ese número —el del cambio de tu valor neto—, por el de tu valor neto del último año, se obtiene otro dato: el tiempo de cambio en tu valor neto.
Consejo: si el porcentaje de cambio no es mayor a la tasa de inflación, estás en problemas. Y mientras más joven seas, mayor deberá ser el porcentaje de cambio.
La mayoría de las personas con algunos activos tienen una tasa de crecimiento de entre el 10% y el 30%, reflejando la edad, los nuevos ahorros, y los reintegros producidos por los ahorros, la reducción de las deudas, y la valorización del inmueble.
¿Cuál es la composición de tus bienes o activos?
Obtienes estos números al dividir cada una de las categorías de activos por el total de tus activos. Si el porcentaje en tus bienes sujetos a desgaste —auto, muebles, y otros artículos del hogar— es importante y crece año a año, posiblemente te estés encaminando hacia un problema.
¿Por qué? Simplemente porque estos activos pueden ser preciosos para ti, pero para el resto de las personas no son más que baratijas para venta de garaje.
Peor aun, si tienes artículos valiosos, los intermediarios se llevarán la mitad de su valor de venta. Mientras más grandes sean tus activos de consumo y no duraderos en relación a tus otros activos, más vulnerable serás a la desvalorización de tu sueldo, ya que tienes muchas cosas que mantener.
Si bien a todos nos gustan las cosas buenas, nuestra seguridad a largo plazo está determinada por el crecimiento de nuestros activos financieros. Éstos son los activos que pueden ofrecernos reintegros en dinero.
¿Cuánto de tu valor neto está determinado por el patrimonio de tu propiedad?
En la actualidad, muchos de los ricos son “ricos de código postal”. Es decir, poseen buena parte de su valor neto, tal vez casi todo, en el lugar donde viven.
El valor de sus hogares ha subido más rápido que el de sus ingresos y sus ahorros. Básicamente, el valor de sus hogares es su valor neto.
Si esta es tu situación, alégrate por tu buena fortuna. Y simplemente no confundas buena fortuna con ser un buen ahorrador o un buen inversor.
Recuerda que la única manera de obtener dinero por tu casa es alquilarla, venderla, o mudarte a una ubicación menos costosa.
El valor de la propiedad no debería representar más del 40% de tu patrimonio neto, si eres de clase media. Si tu porcentaje es mayor, tienes demasiadas fichas en el casillero de bienes raíces.
Si tu porcentaje está creciendo, no estás prestando demasiada atención a los ahorros y a los activos financieros. Los poseedores de mayor riqueza, suelen tener menos del 20% de su valor neto en el valor de propiedades.
¿Tu deuda crece o decrece?
Muchas personas aferradas a los activos están construyendo deuda. El proceso es conocido como negación. Si has estado concentrado en el valor creciente de tu casa o tus inversiones mientras ignorabas el valor de tus deudas, revisa tu estatus.
Compara tus deudas como un porcentaje de activos este año con los mismos números del año pasado. Es normal que estén creciendo a los 20, pero deberían comenzar a caer ya cerca de los 40. Y deberían estar cayendo rápidamente en tus 50 años de edad.
¿Cuánto de tus ingresos es gastado en intereses al consumidor?
Puede que necesitemos algo de trabajo para llegar a este número, pero vale la pena. Suma el interés que pagas en tarjetas de créditos, préstamos, y otras obligaciones, y divide el total por tu ingreso anual.
Si el resultado es 4%, estás dedicando dos semanas de trabajo a pagar intereses. Definitivamente, esa no es una buena forma de salir adelante.
¿Existen otras medidas?
Desde luego, pero llevar a la práctica las vistas en este artículo te ofrecerá muchísima información acerca de tu estado. Ahora sí puedes responderlo: ¿cómo te va?
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