Igual que las claras consecuencias a nivel de la salud que tiene el tabaco,
existe también una importantísma consecuencia financiera (al punto de que
alguien que fuma un paquete al día y tiene una hipoteca podría ahorrar
literalmente $100.000 en 25 años al abandonar el hábito).
¿No lo crees? Pues bien, vamos a echar un vistazo más próximo a la situación:
Un paquete de
cigarrillos cuesta cerca de $11, tomando un promedio de valor de
venta en distintos países. Si fumas un paquete al día, esto será algo como $330
al mes, o simplemente más de $4000 al año.
Para una persona que está ganando $60.000 al año, $4000 en efectivo es casi el
10% de un salario antes de impuestos. ¿Cuán duro debes pelear con tu jefe para
conseguir una suba del 10%? ¿O cuánto estarías gritando de alegría si el estado
decidiera un recorte impositivo del 10%?
Lo cierto es que existe dinero verdadero asociado al hecho de dejar de fumar. No
estoy diciendo que sea la razón más importante para dejar de hacerlo, pues desde
luego la salud es el factor preponderante. Sin embargo, las consecuencias
financieras tanto de seguir fumando como de dejar el hábito, son grandes (muy
grandes).
Para los fumadores con hipoteca
Supongamos que dejas de fumar. Si tienes una hipoteca de $300.000 a tasa
variable, posiblemente en este momento te encuentres pagando un interés del 7%.
Si tomamos los $300 al mes que ahorras por no comprar cigarrillos, incrementarás
tus repagos de $2118 a $2418.
Debido a la magia del interés compuesto, agregar esos $300 extraordinarios al
mes va a recortar más de 6 años de la vida de tu préstamo, y más de $100.000 del
total de los intereses.
Desde luego, el número se reducirá si la tasa sube, pero la lógica continúa
siendo la misma: $300 extras al mes contra un crédito de vivienda de $300.000
podrían convertirse en $100.000 menos en el pago total de intereses.
Y para los fumadores sin hipoteca
Y sólo para mostrar que los ahorros no son únicamente para los tenedores de
hipotecas… Supongamos que tomas esos $300 mensuales y los inviertes en una
cuenta de ahorros de altos intereses. Hacia el final del quinto año, teniendo en
cuenta las tasas actuales, tendrás más de $3000 extras. ¿Nada mal, no es
cierto?
Un hábito costoso
Había un profesor que solía decir que, si los cigarrillos nunca hubieran
existido, sería imposible introducirlos como un producto comercial en la
actualidad, a raíz de los problemas de salud asociados al tabaco.
Y solía ir más lejos, diciendo que si no fuera políticamente imposible, habría
un fuerte debate sobre la prohibición de la venta a nuevos consumidores, y el
posible mantenimiento de provisiones a los fumadores existentes.
Nosotros no somos gurúes en el ámbito de la salud, ni tampoco expertos en
políticas públicas. No obstante, es posible afirmar que el impacto financiero
del tabaco hace que sea recomendable abandonar el hábito (tanto por una cuestión
de dinero como por la salud y sus consecuencias económicas).
Hay una cosa que sí se puede garantizar: los impuestos a los cigarrillos van a
seguir subiendo. El precio del paquete será sustancialmente más caro en algunos
años, de modo que todo lo expuesto anteriormente se verá potenciado.
La próxima vez que enciendas un cigarrillo después del almuerzo, lleva una
calculadora contigo. ¡Podría ser mucho más efectiva que la mejor campaña anti-tabaco!