¿Está buscando perder algo de peso, pero le atormenta la sola idea de volver a realizar los duros trotes, corridas, abdominales, y demás ejercicios que le indicaron en el pasado?
Si es así, debe saber que existe otra forma, que, si bien es mucho más lenta, no deja por ello de ser efectiva, sencilla de realizar, y mucho mejor para todo el cuerpo: las caminatas.
Para comenzar, sólo debe pensar con determinación ”deseo perder estos kilitos de más, para lo que me prometo comenzar a comer sano y a mantener una rutina de caminatas”. Luego, consígase unas buenas zapatillas deportivas, que le proporcionen comodidad a sus pies, salga de su casa, y comience.
Comenzando la rutina de caminatas
Asegúrese de concentrarse en caminar con un paso amplio, con la espalda recta, la cabeza alta, los brazos pivoteando libremente hacia adelante y hacia atrás, y apoyando la planta del pie totalmente sobre el suelo, desde el dedo gordo hasta la última parte del talón.
En primer lugar, necesitará lograr que su cuerpo esté listo para su entrenamiento de caminatas, precalentándolo. Esto también se puede lograr caminando, es decir comenzando con un paso más lento, para ir aumentándolo gradualmente hasta llegar a uno fuerte y sostenido. Luego, podrá retornar a ese paso más lento para recuperar aire.
Puede llegar a pensar que caminar no traerá grandes resultados, pero recuerde mantener esta promesa, tener paciencia, y podrá ver como su cuerpo comienza a cambiar.
Pero camine con un paso cómodo: no se presione a mantener uno demasiado rápido, especialmente al principio, y vaya aumentando hasta el nivel más alto que pueda, de forma lenta y sin presionarse.
Haga de sus caminatas un hábito diario, o por lo menos de tres a cinco veces por semana, dependiendo de sus horarios.
En un principio, es la frecuencia y no la distancia o velocidad lo que le dará mayores beneficios, por lo que debería comenzar lentamente, quizás dando una vuelta manzana las dos primeras semanas, dos vueltas durante la segunda, y así.
Después de caminar una semana, piense en aumentar la distancia y en tomar un paso más rápido, antes que distancias más largas. Cuando acelere la frecuencia, alcanzará una aptitud óptima para caminar y quemar grasas.
Diríjase a un lugar al aire libre, donde pueda mantener un paso enérgico 30 minutos por día, y a mediano plazo verá los resultados.
Si lo prefiere, también podría hacer diez minutos de caminata suave, diez minutos de caminata muy rápida y luego diez minutos de caminata lenta nuevamente.
Encuentre la rutina que más le conforme, mantenga su propio horario de caminata, sígalo semanalmente y, al tiempo que lleve una dieta sana y libre de grasas, comenzará a perder esos indeseados kilitos de más.
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