Vivir el “momento actual”
es la mejor forma de aumentar la energía positiva, y lograr sentirse mejor con
respecto a uno mismo, pensando que no solo de ahora en adelante, sino también
actualmente, todo será mejor.
Durante el colegio, nos
enseñan a prepararnos para el futuro. Lo mismo sucede en la secundaria y
universidad. No es entonces extraño que nuestras mentes hayan sido “programadas”
para vivir con cautela, temerosas del futuro, sin poder disfrutar del presente.
Si bien algo de esto es
positivo, en la medida que nos prepara y predispone para el incierto futuro,
muchas personas pierden definitivamente el sentido del presente, y viven su vida
en una planificación constante, que de todas formas, muchas veces la lleva a
lugares indeseados.
Por eso, tome cada minuto
de su vida, y disfrútelo como si fuera el último. En la película “Ghandi” se
puede observar que este líder político y espiritual hindú acaba de terminar la
construcción de una aldea nueva, y le pide a su esposa que limpie los baños,
antes de que los oficiales vengan a inspeccionar. Pero la Sra. Ghandi se
encuentra envuelta en un extravagante vestido de seda, preparada para saludar al
presidente. Ghandi, sin embargo, le pide que se arrodille para ayudarle a
limpiar con un cepillo el lavabo. Por supuesto, ella le responde que así no
puede limpiar lavabos. Entonces, sin abandonar su apacible sonrisa, él le
pregunta por qué no, ya que no estaría mal vestirse así también para limpiar
lavabos, es decir con un gran vestido de seda, una sonrisa en su cara y alegría
en su corazón. Así, se puede ver a la Sra. Ghandi, en su vestido de seda,
refregando sonriente el cuarto de baño. Sin dudas toda una síntesis de lo que es
disfrutar y enaltecer el presente.
Existen muchas cosas que
podemos hacer para disfrutar más de cada segundo de nuestras vidas. Se podría
gozar y digerir mejor las comidas si se piensa en todo el camino de que las
mismas han realizado hasta llegar al plato, y se concibe al acto de comer como
un ritual más de este largo proceso.
Cuándo maneje su
automóvil, no permita que su mente vague por las responsabilidades que tiene ese
día, o al siguiente, sino más bien concéntrese en disfrutar de una buena música
y mirar el paisaje. Dese tiempo para las charlas, llame a sus amigos, aunque no
tenga un motivo concreto. Si logra vivir el “momento actual” será capaz de
contemplar toda la belleza que rodea al mundo.
Si se siente estresado,
al final de una semana ocupada y complicada en el trabajo o en la casa, tómese
un momento, quítese los zapatos, y camine descalzo por el césped, oliendo las
rosas. Caminar descalzo lo ayudará a conectarse más con la madre tierra, y a
centrar su energía.
Cuándo se levante por la
mañana, párese frente al espejo, peine su cabello, y dígase a sí mismo: hoy me
siento maravillosamente bien. Dígalo hasta sentirse verdaderamente maravilloso,
o hasta que empiece a reír tontamente.
En el momento en que
empiece a sentirse maravillosamente bien, permita que su buena onda y energía
entren en contacto con el resto del mundo. Cuándo se dirija al almacén, sonría
al saludar o al recibir la mercadería. Cuándo se dirija a la lavandería,
felicite a la vendedora por su nuevo corte de cabello. Cuándo lea el diario,
comience a hacerlo por la parte de los chistes.
Frente a los malos
pensamientos, intente enseguida concentrarse en los buenos (¡Todos los
tenemos!). Trate de inspirarse con cada cosa que se cruce en sus vidas, para
obtener ideas, pensamientos positivos, y energía.
Convénzase de que usted
tiene belleza, fuerza, y puede ver su luz interior. Esto será un modelo
maravilloso de atraer y conservar energía. La gente a la que le dé sus cumplidos
positivos, le devolverá con su sonrisa toda la energía entregada, y de forma
potenciada. Comience a sentir el placer de estar vivo ¡ahora mismo!