El Nuevo Empresario Místico

Hoy en día, los nuevos empresarios requieren una serie de habilidades que tienen que ver más con el hemisferio creativo y holístico que con el racional y lógico. Estas personas son los verdaderos líderes del mundo...

Recuerdo que en una ocasión,
hace ya algunos años (en el sexenio de Miguel De la Madrid), uno de mis primos
me platicaba acerca de los negocios de su familia y que en ese momento eran
dirigidos por su padre (mi tío Ricardo -qepd-).

 

Entre otros negocios tenían
(y tienen) una compañía de distribución de gas en una importante ciudad del
interior de la república mexicana.

 

Resulta ser que mi tío y mi primo se
encontraban en una reunión de propietarios de compañías gaseras de esa zona del
país y discutían acerca de la situación prevaleciente derivada del control de
precios establecido por el gobierno y de lo que podían hacer para proteger sus
intereses gremiales, y sobre todo, sus utilidades cada vez más mermadas por las
decisiones económicas implementadas en esos días.

 

Algunos de los dueños de las
gaseras proponían que cada cilindro de gas llevara menos kilos del combustible
del que debería llevar, de tal forma que, por ejemplo, venderían un tanque o
cilindro de 20 kilogramos con sólo 18 o menos kilos.

 

Esto serviría para resarcir
un poco el disminuido margen de utilidades, ya que de cualquier manera cobrarían
el mismo precio controlado establecido por las autoridades. Prácticamente todos
los presentes en la reunión menos uno apoyaban la iniciativa. Ese “uno” era mi
tío.

 

Él argumentó que, como
empresarios que eran, debían hacer frente a su responsabilidad social, no
importando el sacrificio económico que ello representara. No podían defraudar a
los clientes que acudían a ellos a comprarles el producto. Al final de la
reunión, el consenso fue vender cilindros de 20 kilos con 20 kilos de gas.

 

Esta breve anécdota sirve
para ilustrar que en el mundo existen empresarios místicos.

 


¿Místicos?

 

Tal vez te preguntes, ¿qué
no los místicos se encuentran en las Iglesias o en los templos? La respuesta es
un tajante ¡NO! Ahora resulta que es más fácil encontrar a personas místicas en
una empresa u organización que en un monasterio o iglesia.

 

Y para responder a tu duda,
estimado(a) amigo(a) lector, ¿qué significan las palabras místico o misticismo?

 

De acuerdo al diccionario,
“misticismo” es una doctrina filosófica y teológica, para la cual la perfección
es una especie de éxtasis contemplativa en que se consigue la unión del alma con
Dios, cualquiera que sea el concepto que tu tengas de ÉL.

 

Entonces, un místico es una
persona que, de alguna manera, por medio de sus acciones, por medio de su HACER,
dedica gran parte de su vida a Dios, a ese gran TODO. Y esta forma de actuar o
de comportarse no necesariamente es de forma consciente. En muchos casos es de
forma intuitiva.

 

Entrar en este tema no es
sencillo ya que cada uno de nosotros tiene sus propias creencias al respecto.
Baste decir que, de acuerdo a lo anterior, las personas místicas tienen una
serie de cualidades excepcionales, así como una serie de principios que los
rigen en sus vidas.

 

Estas personas, serán (de
hecho ya lo son) la fuerza que conducirá a las empresas en este inicio de siglo
y de milenio. Este tipo de místicos empresarios (hombres y mujeres por igual),
aun cuando son, fisiológicamente hablando, igual que cualquier otra persona, hay
algo que los distingue de los demás.

 

Ese algo es intangible, no
lo podemos tocar. Y ese algo radica en el tipo de pensamientos que tienen.
Radica en sus concepciones acerca del mundo, en sus “mapas” o creencias acerca
de la realidad, o de lo que creen que es la realidad, “su” realidad.

 

Estas personas se distinguen
de los demás por que son seres automotivados, autodirigidos y autodidactas. En
muchos casos no tienen algún grado universitario. Son personas que en lugar de
pasar por una etapa informativa (labor que las escuelas y universidades se
encargan de llevar a cabo), viven en una permanente etapa formativa (labor que
la vida misma se encarga de llevar a cabo).

 

Los empresarios místicos, de
alguna manera, reconocen y practican una serie de presuposiciones o principios
que, aun cuando no sean necesariamente ciertos, al actuar como si lo fueran,
hacen que sus acciones den por resultado situaciones muy diferentes de lo que
normalmente cabría esperar en cualquier otra persona.

 

En primer lugar, piensan que
forman parte de un algo superior a ellos. Ese “algo superior” puede ser la
familia, la sociedad, el país, el planeta, el universo, el cosmos. Ese es el
principal sustento de su pensamiento, pues en ningún momento se sienten el
“ombligo del mundo”.

 

En los grupos de Alcohólicos
Anónimos esto funciona a la perfección, pues las personas afectadas por la
enfermedad del alcohol, para superarla, reconocen la existencia de algo superior
a ellos. Y esa creencia les permite recuperarse.

 

En segundo lugar, reconocen
que todo forma una ecología de sistemas, donde todo está conectado. Piensan “sistemicamente”.
Saben que el tipo de pensamientos que tengan, tendrán un efecto en su mundo
físico, de tal forma que si piensan que la vida es dura, justamente eso
encontrarán. Por lo tanto, su actitud mental siempre es positiva.

 

Siempre piensan en términos
positivos. Incluso, en las épocas de crisis es cuando ellos saben que están las
mayores posibilidades de tener éxito.

 

También saben que nada
permanece por siempre en un mismo sitio, todo está en constante movimiento y
cambio. Incluso en aquellas situaciones en las que parece que todo está inmóvil,
sin posibilidad de cambio, saben que también hay movimiento y ahí justamente
está la semilla del cambio.

 


Proactivos vs. Reactivos

 

Por lo tanto, ellos no permanecen estáticos, porque
si lo hacen, saben que serán arrastrados por la corriente, en lugar de ser ellos
los que aprovechen el flujo a su favor. Son “proactivos” en lugar de
“reactivos”. Hacen que las cosas sucedan.

 

Reconocen la bipolaridad de
la vida. Saben que así como hay escasez también hay riqueza; así como hay
maldad, hay bondad; así como hay “jefes”, también hay “líderes”, así como hay
“empleados”, también hay “colaboradores”; así como hay pérdidas, hay ganancias;
así como hay “seguridad” financiera, hay “libertad” financiera; así como hay
épocas de “vacas flacas”, también las hay de “vacas gordas”.

 

Derivado de lo anterior,
reconocen que dentro de esa bipolaridad existen ciertos “ritmos” que
invariablemente se dan. “Después de la tempestad viene la calma” es un refrán
muy popular que puede dejar claro este principio.

 

Es como el péndulo de esos
grandes relojes antiguos, el cual va de un lado hacia el otro. Por lo tanto,
para los empresarios místicos, no les extraña el observar que cada cierto tiempo
se dan grandes impulsos en la economía de los países, para después vivir épocas
de “recesión”.

 

Y al saber ellos eso, es
cuando aprovechan para hacer muchos de sus mejores negocios. “A río revuelto,
ganancia de pescadores”.

 

Asimismo, importantísimo es
para los empresarios místicos el saber que toda causa tiene un determinado
efecto, ya sea en el corto, mediano o largo plazo. A veces muy largo.

 

La vida que cada individuo
está viviendo en este preciso momento no es sino la consecuencia de muchas
elecciones, de muchas decisiones hechas en el pasado. Decisiones que pudieron
ser tomadas hace algunos cuantos días, hace unos meses, o incluso hace ya
algunos años.

 

Reconocer esto puede hacer
una gran diferencia a la hora de tomar nuestras decisiones. Por lo tanto, un
empresario místico tiene muy desarrollada esa habilidad llamada “visión”, que le
permite prever las consecuencias de determinados actos.

 

Por eso, muchos los llamamos
“visionarios”. Son personas que actúan sabiamente, es decir, aprenden de sus
experiencias, procuran aprender de sus errores. Saben que el mejor aprendizaje
es aquél que se obtiene de lo que la mayoría llamaríamos “fracasos”. No temen
equivocarse. El fracaso no existe para ellos, es tan solo aprendizaje.

 

Recuerdo esa historia que
narra que Thomas Alva Edison intentó crear lo que hoy conocemos como foco
alrededor de dos mil veces. En cierta ocasión una persona le preguntó cómo había
soportado tantos fracasos sin desanimarse en el intento, a lo que él contestó:
“Yo no fracasé ni una sola vez. Sólo descubrí 1,999 formas de cómo no hacer el
foco y una vez cómo sí hacerlo”.

 

Un lema de batalla para
ellos sería: “El que no arriesga, no gana”. Y cuando esto se convierte en un
hábito, aun aquellas elecciones que a los ojos de los demás representarían un
gran riesgo, para ellos el tomarlas, forma tan solo parte del “juego de la
vida”.

 

Para ellos la suerte no
existe. Mas bien la suerte se manifiesta cuando la preparación y la oportunidad
se cruzan. Sin embargo, muchos de nosotros no alcanzamos a percatamos de las
oportunidades que constantemente nos brinda la vida, precisamente por no estar,
aun, preparados.

 

Los empresarios místicos son
grandes generadores de ideas, las cuales se encargan de convertirlas en
realidad. Reconocen que todo lo que ha sido creado por el hombre, cualquier
cosa, ya sea tangible (algún producto, servicio) o intangible (por ejemplo la
música), ha sido creada dos veces.

 

Primero en la mente de
alguien y después en el mundo real. Tienen la “cabeza en las estrellas” y
también los “pies bien puestos en el suelo”.

 

Y para finalizar este
artículo, estimado(a) lector(a), quiero decirte que convertirte en empresario
místico, si es ese tu deseo, es posible siempre y cuando estés dispuesto a pagar
el precio. Ese precio no es en dinero sino en esfuerzo y en sacrificio.

 

En dedicar el tiempo
necesario leer, leer y leer para prepararte, para desarrollar nuevas habilidades
y capacidades, en revisar tus creencias y descubrir cuáles te limitan y cuáles
te impulsan.

 

En reconocer cuál es tu
sistema de valores, para saber cuáles de ellos sustentan cada una de tus
acciones, y mediante el poder de la voluntad y la elección consciente, puedas
enfocarte en aquellos que sabes que te pueden convertir en un ser humano más
completo.

 

En saber cuál es papel que
te tocó desempeñar en esta vida (misión personal) y mediante tu visión, actuar
en consecuencia. La elección es tuya, solamente tuya… y suerte en tu recorrido
pues quizá nos encontremos en el camino…

 


Bibliografía:

 

  • Cruz Ramírez, José,
    Química del Pensamiento
    , Orión, colección Nueva Ciencia, México, 1998.
  • Hendricks, Gay y Ludeman,
    Kate, La Nueva Mística Empresarial, Urano, colección Empresa XXI,
    Barcelona, 1999.
  • Hunter, James C., La
    Paradoja
    , Urano, colección Empresa XXI, Barcelona, 1999.
  • Ribeiro, Lair., El
    Éxito Empresarial
    , Urano, Barcelona, 1997.

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