Ha tenido la suerte de conseguir una
oferta de empleo. Ha tenido la capacidad y
suerte de ser elegido para el puesto.
¿Ya está? Claro que no, faltará el tercer paso: ocupar un lugar respetable en la
compañía.
Efectivamente, aquellos que muchos llaman “derecho de piso”, no es ni más ni
menos que el costo que los nuevos empleados deberán pagar por insertarse en un
nuevo grupo. Nos guste o no, esto funciona así, y lo cierto es que sus futuros
compañeros de trabajo podrían ser incluso más rígidos que los jefes que lo han
emplearon.
Por ello, hemos preparado la siguiente guía, que le será fundamental para saber
cómo ganar “compinches” cuanto antes, cómo evitar los potenciales enemigos, y
cómo mantenerse en una senda positiva desde el comienzo.
Comenzando con el pie derecho con
sus compañeros de trabajo
Como primera medida, vístase para parecer invisible. No hay cosa más
intimidatorio para los compañeros, que una persona que desde un principio busca
hacerse notar por sobre el resto.
Luego, trate de seguir la corriente. Escuche mucho y hable poco. Guarde sus
sugerencias para más adelante. Si usted escucha bien y atentamente, podrá saber
correctamente cuál será el momento apropiado para expresar sus opiniones, o, por
qué no, callarse la boca antes de que sea demasiado tarde.
Haga preguntas inteligentes acerca de su trabajo, incluso cuando ya sepa las
respuestas por adelantado. A la gente le gusta sentirse útil y consultada, pues
le da cierto sentido de poder.
A menos que sea específicamente consultado, no se ofrezca a resolver los
problemas, ya que esto podría considerarse como algo arrogante por parte suya,
puesto que usted no tiene experiencia en esa compañía. Ya habrá tiempo para
demostrar sus conocimientos y habilidades.
A no ser que usted cuente con una memoria fotográfica, muy posiblemente no
recordará los nombres de todas las personas que conoce. No importa, no deje que
esto lo paralice ni lo ponga nervioso. Trate igualmente de usar los nombres de
la gente, tan a menudo como le sea posible.
Esto le ayudará a recordarlos más
rápidamente. Si no está seguro de algún nombre, no tenga temor de preguntar:
esto será mucho mejor que llamar a alguien por el nombre incorrecto.
rápidamente. Si no está seguro de algún nombre, no tenga temor de preguntar:
esto será mucho mejor que llamar a alguien por el nombre incorrecto.
Esté atento a la política de la compañía, pero trate de no seguirla al pie de la
letra: usted descubrirá rápidamente la naturaleza de las relaciones de los
empleados. Para integrarse, siempre es bueno conocer ciertos códigos.
Cada lugar tiene su propio estilo y ritmos para hacer el trabajo. Algunos
lugares son tremendamente movidos, en otros, los empleados se manejan de forma
más tranquila, para concentrarse mejor.
Tiempos y ritmos de trabajo
Establezca un ritmo de trabajo siguiendo al de los compañeros. En el primer día,
esto no será generalmente demasiado difícil, ya que se le pedirá poco, para que
usted pueda familiarizarse con el trabajo.
El momento del café y del almuerzo, pueden ser muy útiles para conseguir cierta
información. ¿Quién se relaciona más con quién? ¿Dónde come cada persona?
¿Quiénes son las otras personas que recién han ingresado a trabajar?
Otro elemento que suele formar lazos en el lugar de trabajo, es el hecho de
fumar o no hacerlo, ya que últimamente estas áreas suelen estar divididas. Sin
embargo, trate de averiguar todas estas cosas de forma muy delicada, puesto que,
muchas veces, nada es lo que parece.
Irse a tiempo, puede ser lo mejor para terminar el primer día de trabajo sin
ningún desliz importante. ¿Lo invitan a tomarse una bebida en el bar de
enfrente? Dígales que no, en este primer día (salvo que sea su jefe quien le
invite).
Señáleles a sus compañeros, con la mayor sinceridad posible, que justo ese día
tiene un encuentro importante, pero que le encantará hacerlo en otro momento.
Recuerde, todavía lo están probando y midiendo.
Tarea para el hogar después del
trabajo
Al atardecer, ya ha llegado a su casa. Ha sido un día extenuante. Tenga a mano
una bebida, o incluso té helado. ¿Pero cree que ha terminado el primer día? No
totalmente.
Anote en una lista el nombre de todos los compañeros que usted pueda recordar.
Enumere también sus cargos y responsabilidades. Esto le ayudará a recordar más
claramente quién es quién, y le dará una pista de quienes son las personas a las
que todavía no ha tenido en cuenta, pero con quienes seguramente deberá entrar
en contacto en el Día Dos.
Por último, tenga en cuenta dos factores de suma importancia: En primer lugar,
nunca deje de ser usted mismo (por supuesto, con la mayor diplomacia posible),
pues las mascaras se caen rápido.
En segunda instancia, jamás descuide el trabajo en sí mismo, por hacer
“sociales”. De nada le servirá ganar cientos de amigos en el trabajo… ¡si luego
es despedido por falta de productividad!
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