Sabido es que el hombre y la mujer actúan de manera diferente dentro de la atmósfera social. Ahora bien, ¿qué pasa cuando esas diferencias intrínsecas chocan en el trabajo?
Lo cierto es que muchos hombres sienten angustia cuando su jefe es en realidad una “jefa”. Y otros, tienen serias dificultades para trabajar en conjunto con colegas del sexo femenino.
¿Todo cambia?
Los tiempos de las cavernas han quedado atrás. A pesar de su distinta evolución, tanto hombres como mujeres llegan a este punto de la historia en igualdad de condiciones.
Sin embargo, algunas de las diferencias prehistóricas se mantienen. Estas diferencias están en el ser hombre o mujer; en la genética o en la programación de la especie.
Las mujeres son maternales por naturaleza y tienen un gran olfato para resolver problemas, no importa cuán dogmáticas, agresivas o ambiciosas sean.
Por su parte, los hombres suelen ser competitivos, siempre orientados a un objetivo específico; aunque su larga evolución ha hecho florecer su parte sensible.
Estar al tanto de las diferencias entre los sexos es fundamental para el éxito en su profesión, carrera o trabajo.
A continuación, enplenitud le ofrece algunas claves para evitar que se produzcan los tan habituales cortocircuitos con personas de otro sexo.
- Tómese su tiempo para hablar
Los hombres platican para dar o recibir información. Las mujeres hacen lo mismo, por supuesto, pero también utilizan estas conversaciones para construir relaciones interpersonales. Si su jefa inicia una pequeña conversación, tenga el tino de participar, no importa cuán ocupado se encuentre. Puede que sienta que está perdiendo su precioso tiempo, pero sepa que la recompensa será beneficiosa en el futuro.
- Aprenda a escuchar
De la misma manera, utilice algunas técnicas de comprensión para confirmar que la ha escuchado. Formule preguntas para asegurarse de haber entendido lo que le están diciendo y para aclarar los puntos que le causan interés o curiosidad. Recuerde que pocas mujeres olvidarán a un colega que no la haya escuchado o comprendido. Es una regla.
- Cuidado con lo que dice
Tenga cuidado con lo que dice. Un comentario desafortunado puede difundirse con facilidad, y en poco tiempo usted estará en el centro de la controversia. Nunca emita frases en contra de las mujeres ya que lo pueden tildar de intolerante y sexista. Revise sus chistes antes de vociferarlos, en caso de que sean sexuales u ofensivos. Y nunca le pregunte a una compañera si está embarazada al menos que ella se lo cuente.
- Critique cuidadosamente
Piense antes de estallar en ira. Durante las reuniones laborales, cite ejemplos concretos de las actitudes que necesiten ser mejoradas. Las mujeres suelen tomar las críticas de una manera muy personal, así que acérquese sin aires de confrontación, ofreciendo especificaciones sobre las áreas problemáticas así como comentarios positivos y alentadores. Esto no significa que usted sea un flojo y no quiere decir que le permita a una mujer continuar con su pobre producción, sus malas maneras o sus descuidos. Sólo acérquese a los problemas de la forma más positiva y constructiva que le sea posible.
- Preste atención a los detalles
Aunque generalmente no es apropiado inmiscuirse en la vida personal de alguien, si su jefa o colega menciona a sus hijos frecuentemente, pregunte sobre ellos de tanto en tanto. Y si es posible recuerde sus nombres. Su interés demostrará que usted valora esa relación. Es una delgada línea, no obstante, trate de balancear los comentarios sociales con objeciones acerca de proyectos y felicitaciones. Y nunca haga preguntas del tipo “¿por qué has pedido el día libre?”
- Retrase sus decisiones
Las mujeres suelen resolver sus problemas discutiéndolos. Su nueva jefa, aún si ya ha tomado una decisión, estará abierta a las opiniones y sugerencias de los demás. Si está trabajando con un grupo de mujeres, pruebe con la táctica del “intercambio de opiniones” y logrará un equipo mejor.
- Cree vínculos
Trabaje en colaboración y utilice el método de la consulta. Su jefa quedará impresionada si usted desarrolla el potencial de los otros, y lo verá como a un mentor en lugar de un lobo solitario. Conozca los sentimientos y el talento de las otras personas. Las mujeres suelen estar muy capacitadas para construir buenas relaciones con los clientes, así que ofrézcales la oportunidad de utilizar sus talentos y percepciones para el beneficio de sus carreras (y de la suya).
- Admire sus talentos, no sus atributos físicos
Nunca le diga a una compañera que luce sexy. Incluso mencionar su vestimenta, su perfume o su corte de cabello podría ser considerado como una persecución. Tenga cuidado con cualquier comentario que pueda ser tildado de sexista. Y recuerde la siguiente regla: “Si no se lo diría a un hombre, descártelo”.
- Sea abierto
Siempre que sea posible, comparta la información. Las mujeres son intuitivas y pueden percibir la deshonestidad. ¿Se avecinan despidos? Asegúrele a su equipo que lo mantendrá actualizado con cualquier información que surja. La apertura y la honestidad son particularmente valoradas por las mujeres.
- Atención con los chismes
Mientras no sean maliciosos o deliberados, los rumores suelen ofrecer buena información sobre una empresa. Asimismo, los rumores acostumbran a tener al miedo como base. Usted no puede terminar con los parloteos, conjeturas y lamentaciones, pero sí puede ponerlos de su lado. Un dato estratégicamente colocado se esparcirá como el fuego.
- Entienda cómo piensan
Las mujeres procesan la información de una manera distinta a los hombres. Ellas se detienen más en los detalles y son más analíticas, mientras que ellos suelen mirar los resultados en la gran pantalla. Si una mujer asiente, significa que está escuchando, no necesariamente aceptando su exposición. Donde un hombre reaccionaría inmediatamente (si siente que le han fallado o desaprueba una decisión), una mujer puede, en principio, conformarse y luego regresar para reabrir el debate o la negociación. Ellas, instintivamente, quieren absorber y entender los hechos y las ramificaciones. La apelación será dura y emotiva. Espérela.
- Mantenga una relación profesional
Encuentre a su novia en otro lugar. No importa cuánto le atraiga la ingeniera de la oficina de al lado, resista la tentación. Los romances de oficina raramente terminan bien. Tenga cuidado con los gestos de caballerosidad; no abuse de ellos. Por otra parte, si un beso en las mejillas es el saludo habitual, no se acerque a su nueva jefa con intenciones de besarla.
Entender las diferencias
Destruya sus preconceptos y permanezca sensible a las diferencias entre las mujeres y los hombres: cómo trabajan, cómo se comportan y cómo reaccionan. Escuche bien, piense antes de hablar y trabaje en equipo. Asegúrese de que las cualidades de cada persona sean bien utilizadas y preste atención a los sentimientos de cada una.
Cuando usted logre entender las diferencias en los procesos de pensamiento cognitivo, estará preparado para trabajar con (o para) mujeres.
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