Busca siempre obtener resultados:
Todo lo que hagas debe tener una consecuencia positiva. Más que centrarte en
hacer muchas cosas, concéntrate en conseguir la meta planteada.
Ponte siempre la camiseta de la empresa:
Crear un compromiso con la organización en la que se trabaja es básico. El apoyo
es indispensable para hacer posible su constante mejoramiento, cuidando así su
imagen y su esencia misma.
Ten siempre una actitud positiva y de servicio:
No te angusties con los problemas, debes tomarlos como oportunidades. En la vida
no hay obstáculos: Existen momentos para crecer, proyectarse y realizar
actividades benéficas para los demás.
Enfócate en la solución de problemas:
Si se observa fríamente, el trabajo consiste en esto precisamente. Cada uno de
los obstáculos es una oportunidad de desarrollar cualquier habilidad.
Mantén siempre un espíritu de colaboración:
Las acciones de cada persona forman una cadena que está perfectamente
interconectada. Cada quien pone su ´granito de arena´, y si se trabaja en
colaboración con los demás, el trabajo resultará más efectivo. Mantente siempre
motivado.
Podemos dar más de lo que creemos que somos capaces:
Es importante adoptar el papel de motivadores, y premiar a la gente cuando tiene
un acierto.
Mantén el buen juicio:
Las decisiones conforman el quehacer diario, y para efectuarlas correctamente
hay que verificar que la información de la que se dispone sea lo más completa
posible. Si ésta proviene no sólo de una fuente, sino de varias, mucho mejor.
Aunado a esto, hay que ser flexibles, abiertos e innovadores.
Guarda respeto por los reglamentos:
Aunque hay que romper paradigmas, también debes tomar en cuenta que no se vive
en una isla. Si crees que las reglas establecidas no funcionan y obstaculizan el
desempeño, busca proponer reformas.
Capacítate permanentemente:
Ésta es la mejor medicina contra la obsolescencia. Si deseas seguir siendo
competitivo, la preparación diaria es muy importante. Una organización no es una
estación a la que se llega, es un tren en el que se viaja permanentemente.
Sé humilde y sencillo:
Elimina todo lo ostentoso. Disminuye la arrogancia, pues es un gran impedimento
para el
desarrollo laboral.
Fuente:
Taller del éxito
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