Tener buenas referencias,
puede ser clave y decisivo para lograr un puesto de trabajo. Por eso, es
importante que antes de presentarse a una entrevista para un nuevo trabajo,
verifique algunos puntos referentes a la acreditación de sus antecedentes.
En este sentido, será
importante que arme y compile una lista de referencias, incluyendo cartas de
recomendación, para poder tenerlas a mano en el caso de que un potencial
empleador se las solicite, o incluso si desea mostrárselas aunque no se la
requieran.
Fuentes de referencias
Con el fin de obtener estas
referencias, muy posiblemente se preguntará a quienes debería dirigirse para que
se las proporcionen.
Para esto debe saber, antes que
todo, que en promedio los empleadores verifican tres referencias de cada
candidato, por lo que entran en contacto con más de una persona para comprobar
sus datos.
Por eso, es muy importante que
sepa bien de que ámbitos provendrán sus referencias y que escoja asimismo la
gente correcta, que podría presentarlo bien ante sus potenciales empleadores.
En este sentido, es
necesario que acuda a gente responsable y de confianza, que pueda confirmar que
usted trabajó allí, su título, una razón positiva para dejar el empleo y otros
detalles que serán favorables para usted.
También es muy importante
tener una buena idea de lo que ellos dirán acerca de su personalidad y desempeño
profesional. En este sentido, es también perfectamente aceptable que utilice
referencias de otras fuentes, además de sus empleadores.
Para esto, debe saber que
los conocidos con los que ha entablado negocios, los profesores, los consejeros
académicos, los clientes, e incluso ciertos vendedores pueden ser fuentes muy
buenas de referencias, así como también los líderes religiosos o determinados
miembros de organización civiles.
Por eso, si piensa
abandonar un trabajo (por supuesto en buenos términos), es importante que pida
una carta de recomendación a su empleador.
Esto también será útil para que en
el futuro no pierda la pista de los empleadores previos, lo cual, sumado a la
posibilidad de tener documentación y credenciales a mano, le facilitará mucho
esta tarea de búsqueda de referencias para presentar a sus potenciales
empleadores.
Y si todavía no lo ha
hecho, debería saber que nunca es tarde para volver a sus antiguos trabajos y
pedir estas cartas para incluirlas en sus archivo personal, incluso si no las
necesita en el presente.
Pidiendo una carta de recomendación
En primer lugar, debe
saber que nunca debería preguntar “¿Podría escribir una carta de referencia para
mí?” Esto es así por que casi cualquier persona puede escribir estas cartas,
tenga o no un mínimo de consideración hacia su trabajo, pero sería importante
que, además, el contenido de la misma sea verdaderamente positivo, y vaya más
allá de lo previsible.
Por eso, la pregunta
debería ser “¿Siente que mi trabajo fue productivo para su empresa? Y así, ante
la respuesta afirmativa, debería repreguntar si podría escribir una carta de
recomendación que incluya sus logros.
De esta manera, quien
escriba sus referencias nunca redactará una carta que se lea como de compromiso,
pues si no estuvieron conformes con su trabajo, posiblemente no se lo harán
saber y le escribirán una inocua carta de recomendación, pero si le contestan
positivamente, podrá asegurarse de que será muy útil presentar esa carta, pues
estarán entusiasmados con su desempeño y muy posiblemente escribirán una carta
realmente positiva, además de responder muy bien ante la llamada de su potencial
empleador.
Para facilitarles el
trabajo, podría ofrecerse a proporcionarles una copia actualizada de su
currículum, y de la información sobre las tareas desarrolladas en la empresa,
para que quien vaya a escribir la carta tenga una buena idea de lo que hizo en la empresa y
de lo que necesita actualmente como referencia, para presentar ante la persona que lo vaya
a entrevistar.
Pero sea de parte de un
empleador, un conocido, o de cualquier persona con la que haya trabajado, es
importante estar preparado para recibir, y no dejar de agradecer, una respuesta
negativa frente a la solicitud una carta de recomendación, sobre todo si la
misma se da de una manera gentil y diplomática.
De hecho, una “supuesta”
referencia positiva si usted presiona para que le escriban esa carta, podría causar mucho más daño que
una negativa. Los empleadores son generalmente buenos para leer entre las
líneas, y sabrán entender cuando un ex empleador no está dándole, en realidad,
buenas referencias.
Por último, debe saber
que además de las referencias, también le podrían pedir información para
contactarse con su supervisor actual, lo cual podría poner en riesgo su empleo,
ya que sus empleadores sabrán que está planeando marcharse.
Sin embargo, la mayoría
de los potenciales empleadores sabrán entender que usted les niegue el permiso
de contactarse con él, pues podría arriesgar su posición actual. Por eso, la
mayoría no le pedirá cartas de referencia o información de
contactos sobre su trabajo actual.
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