Cómo proteger tu empleo de la recesión

Con el estado actual de la economía, no puedes dejar de buscar aquellas señales que preanuncien tu despido. Sabes que puedes ser el próximo, lo sientes en cada fibra de tu ser...

Si este es tu caso, lamentablemente vale decir que tus temores no son injustificados. Después de todo, sólo en los Estados Unidos 2,6 millones de trabajadores perdieron su empleo el año pasado.

Sin embargo, es importante que no entres en pánico ni abandones el barco en forma prematura. En cambio, sigue estos simples consejos para inmunizar tu empleo a la recesión y asegurar tu supervivencia en estos tiempos difíciles. 

Mantén una actitud positiva

La incertidumbre que viene con todo proceso recesivo puede hacer que tu vida profesional se torne particularmente estresante. En este sentido, es crucial que te mantengas animado mientras estás en la oficina.

Los empleadores, a menudo, resguardan a sus mejores empleados a la hora de recortar personal, de modo que ganar una buena reputación —a través de una actitud positiva y proactiva— es una excelente manera de proteger tu empleo ante las amenazas de la recesión.

Además, si te empeñas en quejarte acerca de tu situación, los empleadores podrían sentir que estarían haciéndote un favor al dejarte ir.

Dado que siempre es más difícil echar a un amigo, deberías hacer un esfuerzo por ser agradable, y usar tus habilidades sociales para forjar fuertes vínculos sociales con las personas que te rodean.

Ten en cuenta que la personalidad es tan importante como la productividad a la hora de blindar tu empleo contra la recesión. Después de todo, con quién preferirías trabajar:

¿Con el empleado positivo y amistoso o con el sujeto que convierte cualquier inconveniente menor en un problema?

Hazte ver

Es importante que consigas distinguirte de tus compañeros laborales si quieres inmunizar tu empleo a los efectos de la recesión. Necesitas asegurarte que tu jefe te vea como algo más que un número, así que intenta destacarte durante las reuniones adoptando un interés activo por las distintas cuestiones y haciendo sugerencias constructivas siempre que sea posible.

Al mismo tiempo, nunca debes reprimir la formulación de preguntas ni los cumplidos a quienes lo merezcan. Tu objetivo no es presentarte como un charlatán o un presumido, sino mostrarte como un valioso jugador de equipo.

Además, ten en cuenta que es el peor momento para tomarse vacaciones o un período de licencia.

De hecho, debes poner énfasis en llegar temprano cada mañana, cuando es más factible que tu empleador pueda verte llegar, advertirte, reconocerte, incluso hacerte alguna consulta antes de partir a alguna reunión relevante.

Los empleadores suelen tomar decisiones apuradas bajo presión, de modo que lo mejor es grabar una imagen buena y reconocible en sus cabezas. No permitas que tus registros hablen más que tu presencia.

Toma la iniciativa

La forma más eficiente de proteger tu empleo contra la recesión es convertirte en ese tipo de empleado que la empresa necesitaría incluso después de haber reducido su personal.

En consecuencia, tienes que estar en tu mejor condición durante estos tiempos difíciles, demostrando tanto tu pericia como tu autonomía.

Ten en mente que trabajar largas horas no es tan impresionante como hacer el trabajo en forma rápida y eficiente. Demuestra a tu empleador que tienes la capacidad de hacer varias tareas y priorizar tus obligaciones.

Asimismo, es crucial que pienses más allá de tus responsabilidades individuales y eches un vistazo al gran cuadro si quieres hacer que tu empleo sea inmune a la recesión.

Los miembros del personal que pueden ser innovadores y pensar en forma realista son un activo que escasea, así que intenta encontrar la manera de hacer que tu departamento reduzca los gastos, y procura ofrecerte para llevar adelante esas tareas que no corresponden específicamente a tu campo de acción. Demuestra tu valor: mientras más hagas por tu empresa, más indispensable serás. 

Busca el feedback

Otra buena manera de hacerte notar e inmunizar tu empleo es buscar establecer feedback siempre que sea posible. Esto no sólo te pondrá bajo el radar de tu empleador, sino que también te permitirá promocionar la calidad de tu trabajo sin tener que presumir.

Y lo más importante: tu registro de tu desarrollo profesional demuestra que estás interesado en el progreso a largo plazo dentro de la compañía, convirtiéndote en un empleado más deseable que alguien que no tiene ambiciones claras. 

A la hora de buscar una interacción activa, es posible que descubras los puntos débiles de tu rendimiento laboral. Es imperativo que mejores estos puntos en vistas de ser un empleado competitivo y e inmune a la recesión.
Al mismo tiempo, deberás mantener tus aptitudes tan actualizadas como sea posible. Si bien la reducción de personal es una medida que se toma cuando, por lo general, ya no quedan otras alternativas, algunos empleadores recurren a ella cuando quieren librarse de empleados con aptitudes profesionales obsoletas.
 

Acomodándote a la recesión

Los cuatro tips recién mencionados te ayudarán a proteger tu empleo en épocas de recesión, aunque es preciso aceptar el hecho de que, a veces, dar lo mejor de ti no es suficiente para superar estos tiempos difíciles.

Nunca se puede estar completamente alejado del peligro del desempleo durante un proceso recesivo, por lo que siempre uno deberá prepararse para las eventualidades.

Como parte de tu plan B, asegúrate de cuidar tus ahorros y hablar con aquellos contactos que podrían ayudarte en caso de que llegaras a necesitarlo.

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