Cómo tratar con personas difíciles

¿Tienes que tratar a diario con alguna persona difícil? Sigue esta guía si quieres salir indemne de la experiencia



Ya sea tu jefe, un compañero de
trabajo, algún conocido o incluso un famliar, todos hemos tenido que
enfrentarnos alguna vez a personas que, con su comportamiento, nos hacen sentir
frustradas, irritadas o abrumadas.


En la mayoría de los casos no sabemos cómo tratar con ellos y hacemos lo que
quieren, o simplemente les rehuimos, pensando que es la mejor forma de actuar.

 Las
personas problemáticas cuentan con esa respuesta. Saben que con su actitud
te desconciertan y te impiden actuar con eficacia, y eso es lo que hay que
cambiar: tu respuesta a su actitud. Nada mejor para lograrlo que aprender de las
personas que sí saben cómo lidiar con este tipo de personalidades complicadas.


Hace poco leí el libro  ”Cómo tratar con personas difíciles” de R. Bramson,
donde comentan que, ya estemos hablando de personas hostiles, protestonas,
demasiado complacientes, indecisas, pesimistas o sabelotodos, hay una serie de
pautas que podemos utilizar para mejorar nuestro trato y eliminar la ansiedad
que supone tratar con este tipo de personas.

Lo importante es no cumplir con la
respuesta que esperan de nosotros. Aunque hay distintos métodos para cada tipo
de persona difícil (puedes encontrar mucha información más detallada en el
libro), hay una serie de pasos en común que constituyen la base para salir
airoso de un encuentro con una de estas personas (de hecho, estos cinco pasos se
pueden aplicar a muchas más situaciones):

1. Analiza la situación (y tu actitud)



¿Es de verdad una persona problemática o es algo temporal debido a una situación
particular? Todos nos comportamos de forma problemática en determinadas
circunstancias, y eso no quiere decir que seamos personas difíciles. Si lo tomas
así te estás complicando la vida tú misma.

De hecho, las personas más difíciles
de tratar son las que ven siempre a los demás como difíciles. Una persona
difícil se comporta de forma difícil continuamente. Si no es así, puede que
estés buscando una excusa a tus propios problemas, y en vez de solucionarlos
le echas la culpa a los demás
.

Así que considera si esa persona se ha
comportado así en al menos tres situaciones similares, si tu reacción es
desproporcionada (quizá estás irritada con esa persona por otra causa o tienes
algún prejuicio…), o si se podría solucionar con una simple conversación franca.
En todos estos casos no estarías tratando con una persona difícil.

2. No intentes cambiar a la persona

Es muy frecuente querer que las personas cambien
y que no se comporten como lo hacen, o que lo hagan como nosotros queremos, 
pero con eso no vas a arreglar nada.

Culpar a otra persona y desear que cambie
te hace perder el tiempo y sentirte frustrada porque, ¿sabes qué? No va a
cambiar. Así que intenta asumir que esperar que una persona cambie mágicamente
no va a suceder.

3. Distánciate de la
conducta problemática

Con esto no quiero decir que huyas,
sino que dejes a un lado (por difícil que parezca) la irritación, frustración y
ganas de cambiar a esa persona y observes la situación fríamente, desde fuera; e
incluso que te pongas en su lugar.

Esa es la única manera en la que podrás
entender las causas de su conducta y las pautas de su comportamiento, y así
podrás decidir cómo actuar o responder. De otra forma serás incapaz de planear
una estrategia y estarás respondiendo como esa persona espera.

4. Diseña un plan para arreglártelas

Una vez que has comprendido la conducta de la persona difícil es hora de idear
una estrategia para salir airosa de la situación. Lo más importante es saber que
en tu actitud reside la solución, que eres tú la que tiene que modificar
cómo interaccionas.

Lo más común es ponerse a la defensiva e incluso
contraatacar, pero eso no da buenos resultados. En vez de tomarte a mal su
actitud busca alternativas que te permitan salirte con las tuya.

Por supuesto,
la respuesta dependerá del tipo de persona problemática con la que estés. Por
ejemplo con una persona hostil, avasalladora y ofensiva funciona mantenerte en
tus trece (que no te vea como débil), darle tiempo a calmarse, conseguir que se
siente y evitar los choques frontales.

Por otro lado, con una persona que le
encuentra fallos a todo y protesta por todo y todos sin hacer nada al respecto
sería útil, entre otras cosas, escucharle y no mostrarse de acuerdo ni
disculparse. Puedes encontrar toda la información sobre los distintos tipos de
personas difíciles en el libro que te mencioné antes.

5. Ponlo en práctica

Por supuesto tienes que elegir el
momento oportuno, decidir cuándo tienes el tiempo y energía necesarios (porque
los vas a necesitar) y tener en cuenta que la persona no esté pasando por una
situación estresante. Puedes practicar antes en tu casa. Después, comprueba la
eficacia de tu estrategia y haz modificaciones si es necesario.


Aun así algunas veces  no hay manera de interaccionar con esa persona con
normalidad. En ese caso, no hay más remedio que distanciarte lo máximo posible,
aunque eso implique cambiar de puesto de trabajo.

 Por supuesto eso conllevará
muchas molestias y estrés pero es tu elección. A veces es peor soportar a la
persona en cuestión. Por eso es conveniente saber como tratar con estas personas
para no tener que recurrir a medidas desesperadas. Para más información te
vuelvo a remitir al libro  ”Cómo tratar con personas difíciles” de R. Bramson.

Por
Aida Baida Gil
www.coachdelaprofesional.com

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