Cómo volver al trabajo después de tener un hijo

La readaptación al trabajo después de tener un hijo no resulta nada sencilla. Pautas para hacer menos traumático el proceso:


Muchas mujeres deciden postergar su
vida personal
por completo para dedicarse al
bebé recién nacido
. “El problema surge cuando el acto es inconsciente o
impulsado por otro.

Es importante que la madre asista al hijo durante el mayor tiempo posible,
pero es saludable hacerlo de un modo en el que pueda existir un equilibrio entre
la vida íntima y el desarrollo profesional tan importante en estos días
”,
sostiene la psicóloga chilena Sara Cárdenas Bara.


Hay que tener una actitud muy precavida y no perder de vista los propios
objetivos. “Es difícil tener una postura clara cuando se está sin dormir y
haciendo muchas labores del hogar a la vez.

Todo esto se complica si el compañero que tienen al lado estas mujeres no
colabora mucho o trabaja muchas horas fuera del hogar, pero lo que antes del
nacimiento podía ser una idea de ensueño, y el dedicarse al hogar y al bebé
podía sumir a esta mujer en una fantasía bella y pacífica, puede convertirse en
una verdadera pesadilla.

Hay que saber delegar, pedir ayuda, ser valiente para decir lo que se está
sintiendo a la pareja y poder negociar espacios propios dentro de la casa
”,
argumenta la profesional.


Es importante que de a poco reaparezcan las ganas de hacer cosas. “Es natural
sentirse colapsadas, ya que el haber tenido un hijo, dedicarse exclusivamente a
él y atender todas sus necesidades ha hecho que la mujer se aleje de su esencia
y condición.

Hay que
retomar
las riendas de la vida y volver de a poco a ser lo que se
era. Hacer el ejercicio de cerrar los ojos y ver de qué manera le gustaría a
cada una verse, qué actividades le gustaría realizar y concretarlas.

Se tenga trabajo o no y menos tiempo, pero hay que volver a desear, a tener
sueños propios que no por eso se será peor madre
”, reflexiona la psicóloga.


Los pequeños pasos son los más importantes. “De a poco hay que ir retomando
la rutina. Pedir a alguien que se quede al menos una hora con el bebé y poder
salir unos instantes a despejarse, hacer algún deporte o asistir a alguna clase
de pintura.

La primera intención será la de ocupar el tiempo durmiendo, pero no hay que
dejarse ganar por el cansancio y disfrutar de los momentos que nos da la vida de
una manera realmente productiva.

Para recuperar la esencia nada mejor que preguntarse qué se desea hacer, qué
produciría felicidad. Es un espacio propio y privado que hay que valorar
lentamente para sentirse nuevamente una mujer y no un robot
”, aconseja la
especialista.


Otro de los hábitos que hay que recuperar es el de la relación de pareja. “El
tiempo que absorbe un recién nacido es inhumano para muchas mujeres que no
tienen familia ni ayuda externa.

Hay que estar las veinticuatro horas del día a disposición del pequeño y es
normal que al llegar la noche solamente se quiera descansar, pero la pareja
también merece cuidados.

La mejor manera para que el ámbito emocional sea el adecuado es la
negociación. El hombre tiene que estar dispuesto también a entregar su tiempo a
las tareas domésticas.

Si la mujer siente el apoyo de su pareja y se libera de detalles que suelen
complejizar mucho el día a día, de a poco se podrá retomar el ritmo afectivo y
sexual
”, finaliza diciendo la experta.


Valorarse como mujer parece ser la clave para volver a la rutina sin complejos
ni culpas. Es importante entender que cada integrante de la familia es
fundamental para que ésta funcione correctamente.


Cada uno debe poder funcionar bien por separado y de manera conjunta. Es
imprescindible que tanto el hombre como la mujer puedan dedicarse el tiempo
preciso y privado que se necesita para poder disfrutar cuando están juntos.

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