De
acuerdo con las empresas de recursos humanos, las estadísticas de diferentes
carreras y las investigaciones de los empleados mayores, hay una tendencia
creciente: profesionales de entre cincuenta y sesenta años, que se han desempeñado
durante muchos años, dejan sus posiciones por otras nuevas y en algunos casos,
hasta por nuevas carreras.
Algunos trabajadores han tenido que continuar en la fuerza de trabajo por temor
a perder pensiones o seguros de retiro, pero otros continúan trabajando porque
lo desean. Y el número ciertamente ha crecido muchísimo entre las personas
que ya están considerados en edad de retirarse.
La generación del “baby boom” aún mantiene la ética del trabajo inculcada
por sus mayores, y varias encuestas muestran que
hasta el 80 por ciento de los profesionales tiene expectativas de seguir
trabajando después del retiro –si no full time, part time o en forma autónoma-.
Se
trata de razones económicas, pero los otros factores son la salud y la
longevidad.
La
mayor parte del siglo pasado, la edad de retiro ha ido disminuyendo, pero
ahora la tendencia se está revirtiendo.
Muchos
trabajadores grandes dejan la fuerza de trabajo gradualmente, utilizando
‘trabajos que los gratifican’ en vez de trabajos full time de carrera, y
completan la fuerza laboral hasta el retiro.
Estas
estimaciones sugieren que entre un tercio y la mitad de los trabajadores mayores
se retirarán en forma gradual a través de ese tipo de empleos.
Mejor salud y vidas más largas (en parte porque la naturaleza del trabajo se ha
convertido en menos demandante físicamente que en los días en los que la
economía dependía de la manufactura) significan que esta gente que hoy se
aproxima a la edad del retiro tiene una expectativa de vida de más de ochenta años.
Los profesionales que realizan coaching laboral observan un creciente aumento
del número de clientes que son profesionales en sus cincuenta y sesenta años.
La mayoría de ellos han realizado algo lo suficientemente significativo para
ellos en su primera carrera, y muchos han pospuesto un profundo deseo o anhelo
en sus vidas.
Esto se pone de manifiesto en que quieren hacer algo con toda esa energía y
objetivos que aun tienen. Tienden a ser gente saludable y dinámica. Quieren
algo significativo para ellos.
Los cambios en la ley también han favorecido el clima por el cual es fácil
para los trabajadores mayores continuar trabajando. El mandato de retirarse a
determinada edad tienden a desaparecer y las reglas de la Seguridad Social que
entonces penalizaban a la gente que trabajaba pasada la edad y que calificaba
para los beneficios totales han sido eliminadas.
La edad para obtener los beneficios totales está creciendo gradualmente, lo que
permite mantener a los empleados en sus trabajos durante largo tiempo.
El boom económico de los noventa obligó a los empleadores a tentar a los
empleados mayores para que continuaran trabajando.
Y en estas épocas de crisis, más gente está trabajando debido a la ansiedad
económica.
El
público se está volviendo más conciente del potencial de los trabajadores
mayores, sobre todo porque están en una etapa particularmente creativa.
Para mucha gente, esto empieza al comienzo de los cincuenta, luego de un período
de reevaluación que generalmente ocurre a la mitad de la vida.
Esto hace que tengan un profundo período de reflexión acerca de dónde están
y hacia dónde van.
Contrariamente a los estereotipos sobre la madurez, las personas alcanzan en
esta etapa de la vida un sentimiento de mayor libertad para tratar de hacer algo
diferente a lo que han hecho.
Cuando han terminado de pagar la educación de sus hijos, se sienten capaces de
considerar un trabajo no tan bien pago porque tienen el ingreso del retiro y
esto les ofrece la sensación de libertad que se obtiene de hacer lo que ellos
mismos y quienes trabajan con ellos quieren.
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