Te encuentras postulándote activamente a distintos empleos y deseas
asegurarte que tu
currículum sea absolutamente inmaculado y efectivo.
Existen algunas
reglas básicas muy importantes que se deben seguir a la hora de confeccionar
un currículum, como enumerar con claridad tus cualificaciones y omitir las
fotografías de borrachera de la fiesta de graduación.
No obstante, los mitos
sobre los currículos pululan por todas partes, sobre todo en lo relacionado
a qué información incluir y qué información emitir.
En la mayoría de los casos, estos mitos tienen detrás un sistema de lógica que
se encarga de justificar su existencia. Sin embargo, aceptarlos a ciegas como
verdades puede hacer que pierdas la oportunidad de crear un currículum a la
medida del empleo que estás buscando.
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Mito 1: enumera tus intereses personales
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Muchos aspirantes caen en este error —que es importante hacer una lista con
intereses extracurriculares—; uno de los mitos más populares que existen.
Por
alguna extraña razón, los candidatos sienten que los empleadores quieren saber
que ellos juegan al tenis, que hacen trabajo voluntario en el hospital de la
ciudad, e incluso cuál es su equipo de futbol favorito.
En algunos casos —muy
contados casos—, incluir esta clase de información puede resultar beneficioso a
tu causa, aunque por lo general, es mejor dejarla afuera del currículum.
Tu currículum es una herramienta para presentarte al empleador y expresar tu
interés en la posición —y para obtener la oportunidad de una entrevista
personal—.
Antes de listar tus intereses personales, pregúntate si agregarlos
hará a un buen uso del espacio de tu currículum. ¿Estarás sacando un verdadero
provecho por el uso de esta área?
Ciertamente, existen casos en los que puede
resultar conveniente hacer caso a este mito de modo que compartir tus intereses
personales sea conveniente y te ubique en una situación de ventaja.
No obstante,
hacerlo para mostrar que eres un individuo equilibrado e integral posiblemente
sea una pérdida de tiempo y no consiga mover una ceja de tu posible empleador.
Aun cuando ambos sean simpatizantes fanáticos de Boca Juniors, esta información
no mantiene relación con el empleo ofrecido y podría considerarse como un pobre
intento para aventajar a otras personas.
Durante la entrevista personal, es
posible que se dé la posibilidad de discutir intereses y cuestiones personales,
pero utiliza el espacio de tu currículum para mostrar únicamente tu valor
profesional al empleador.
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Mito 2: mientras más, mejor
Tienes una cantidad limitada de tiempo y espacio para capturar la atención de la
persona que está leyendo tu
currículum. Los eventuales empleados con frecuencia cometen el error de
creer el mito de “mientras más, mejor”, y suelen hacer largos currículos,
haciendo largas listas de sus calificaciones.
Obviamente, querrás presentar tus
aptitudes y fortalezas e incluir toda experiencia relevante, pero hacer una
lista de todos y cada uno de tus logros no es una manera efectiva de usar el
tiempo de las otras personas. Tu currículum puede tener más de una página, pero
asegúrate que toda la información contenida sea relevante.
Ignora los mitos de este calibre y concéntrate simplemente en presentar la
información y la experiencia que es relevante para el empleo que te estás
postulando. De esta manera, lograrás sacar el mayor provecho de tus esfuerzos a
la hora de confeccionar un currículum.
La información que no resulta pertinente
al currículum será pasada por alto y habrás perdido la oportunidad de presentar
algunas estrategias de venta válidas. Si incluyes demasiados datos
insignificantes en tu currículo, tu currículo podría carecer de sustancia.
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Mito 3: un curriculum sirve para todo
Puede ser altamente tentador desarrollar un currículo genérico que se ajuste a
tantos empleadores potenciales como sea posible, especialmente cuando lo único
que pretendes es conseguir un empleo para obtener un cheque.
Realmente parece
ser uno de esos mitos válidos, ya que al menos te permitirá ahorrar mucho tiempo
y energía. Sin embargo, al igual que puedes sentirte únicamente calificado para
una posición, el puesto ofrecido también puede tener características únicas.
Tomará más trabajo y creatividad, pero lo recomendable es que crees un
currículum específico para cada empleo al que te postules.
Claro que algunos
puntos, como los estudios de grado, permanecerán iguales, pero las
cualificaciones mencionadas y las descripciones de tus previos empleos deberán
dirigirse específicamente a la oferta que estás persiguiendo.
Si consideras la
descripción del empleo y haces el esfuerzo de escribir lo que el posible
empleador quiere escuchar, lograrás incrementar ampliamente tus probabilidades
de llamar su atención.
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Mito 4: incluye referencias y expectativas salariales
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Trabajamos porque necesitamos
ganar dinero y todos tenemos opinión acerca de nuestro valor exacto —tanto
en términos monetarios como en términos intangibles—.
Si bien la inclusión de
las expectativas salariales y de las referencias en tu currículum no es una
total catástrofe, sí puede traer más trastornos que beneficios.
Por ejemplo, si tus expectativas salariales son demasiado elevadas podrías
asustar a los empleadores potenciales y hacer que nunca más te llamen.
El hecho
de que seas un candidato perfecto para el puesto se vuelve irrelevante;
simplemente eres imposible de pagar y tu currículo irá a la basura —junto con
todos los mitos que seguiste ilusamente—. Por otra parte, podrías estar
malvendiéndote.
Tal vez, hayas pedido $40.000 y el empleador estaba dispuesto a
pagarte $50.000 —y podrías sentirte feliz por haber conseguido la suma
solicitada, aunque posiblemente hayas dejado algo de dinero sobre la mesa—.
La inclusión de referencias es uno de esos mitos de larga data, casi imposible
de desterrar, y que tiene la capacidad de generar ciertos problemas. En este
sentido, querrás asegurarte que tus referencias estén avisadas de un posible
llamado por parte de un eventual empleador.
Puede ser inconveniente para ti que
tus contactos reciban una llamada sin previo aviso, y aún peor sería que la
reciban y que ellos no tengan la mejor consideración hacia ti. De esta manera,
podrías quedarte afuera del trabajo incluso antes de que te realicen una oferta
concreta.
Ahora bien, lo que debes hacer es lo siguiente: eliminar toda
información relativa al salario y a las referencias de tu currículum. Ya tendrás
tiempo de discutir estos temas en una entrevista cara a cara.
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Mito 5: el “embellecimiento” es beneficioso
El mercado laboral puede ser súper competitivo y, en este contexto, puede
resultar muy tentador hacerte ver un poco más importante de lo que realmente
eres —desde luego, con la intención de destacarte—.
Estos “embellecimientos”
parecen simples; después de todo, no son más que blancas mentiritas que nunca
nadie descubrirá. Si bien en muchos casos puede ser cierto, la deshonestidad
puede hacerte vulnerable a toda clase de problemas.
Por ejemplo, sería muy malo
para ti si tu potencial empleador llamara a tu antiguo empleador para verificar
tus aptitudes y descubriera que no son las mismas que has citado en tu
currículum.
Además, al igual que tú sueles percibir cuando alguien está alardeando o
inflando sus cualidades, la persona encargada de leer tu currículum podría hacer
lo mismo.
En algunas ocasiones, estos arreglos son escandalosamente obvios, como si fueras
a decir que has sido responsable de las ganancias obtenidas por todo el
departamento de marketing cuando tu posición no involucraba responsabilidades o
títulos ejecutivos.
Asimismo, si tus mentiritas blancas pasan por alto, podrías
encontrarte en una posición que va más allá de tus habilidades o conocimientos,
y esto haría que seas contratado/a y despedido/a en muy poco tiempo.
Por último,
cabe señalar que siempre la honestidad es la mejor política, que además deja un
poco de misterio sobre la mesa, permitiéndote sorprender a todos cuando logres
superar las expectativas en cuanto a tu rendimiento.
Cazando mitos
A la hora de preparar tu
currículum, no aceptes ciegamente el conjunto de reglas clásicas
establecidas. Como ocurre en cualquier ámbito, estas reglas no son más que
guías.
Utiliza tu juicio para determinar qué y cuánta información debes incluir
en tu currículo. Como decíamos anteriormente, la inclusión de alguna información
personal puede ser la clave para conseguir la tan preciada entrevista.
Sin
embargo, cuando tengas dudas, opta por lo más seguro. En este sentido,
pregúntate: ¿Realmente mi empleador quiere saber si miro películas de ciencia
ficción y escucho heavy metal?
O “¿Es necesario contarle que soy una persona
perseguida y tengo un bunker subterráneo contra catástrofes y atentados? o
¿Decir que odio viajar podría atentar contra mis probabilidades de conseguir el
empleo?
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