Cuando hay una situación tensa entre un
jefe y un empleado, desde la posición de empleado debes replantearte si no eres
tu el problema. Piensa si estás haciendo bien tu trabajo, si estas siendo
productivo, puntual, responsable, si te estás esforzando y demás.
Si estás convencido que tu respuesta
así, puede que sea un caso de “jefe difícil”. Lo primero que debes hacer es
asumir que eres el empleado, el subordinado. Luego, piensa que cosas le gustan y
cuales le molestan a tu jefe, y por supuesto evitar las cuestiones que le
molestan.
Lo más difícil es conservar la buena
actitud mientras se lidia con una situación así. Si te cuesta demasiado mantener
la actitud en el día a día, debes plantearte cual es el problema con esa
persona.
Si te llega a afectar personalmente dentro y fuera del trabajo, debes tomar la
decisión de que no puedes seguir en ese lugar. Por supuesto que depende de las
circunstancias, pero si existe otra alternativa, elige tu salud.