Si hay un trabajo para hacer, lo más
probable es que encuentre a alguien dispuesto a hacerlo, especialmente si la
recompensa es adecuada.
Ya sea que se trate de limpiar excrementos humanos o encargarse de los muertos,
mucha gente está dispuesta a pagar mucho dinero para no tener que hacerlo.
Aunque la mayoría de nosotros preferiría vivir en una feliz ignorancia sobre lo
que sucede en estos trabajos desagradables pero necesarios, enterarnos los
detalles espeluznantes podría hacernos valorar nuestros trabajos.
Por otro lado,
mirar los cheques de pago podría hacernos considerar un cambio de trabajo. Si
usted está dispuesto a ensuciarse las manos, podrá llevar una buena vida, en
muchos casos trabajando sólo unos meses por año, y sin un título universitario.
Un trabajo sucio suele significar trabajar con cosas que espantan a la mayoría
de la gente, pero se puede conseguir una cantidad decente de dinero.
Y puede
llegar a sentirse más feliz; algunos estudios demuestran que los trabajos que
involucran actividades manuales hacen que la gente se sienta más feliz que
realizando tareas de oficina.
Si quiere llevar una vida agradable, pero quiere evitar las tareas rutinarias y
los cubículos con iluminación fluorescente, uno de estos puestos de trabajo
podría ser perfecto para usted.
Pero deje el asco de lado: estos trabajos
implican tareas repugnantes, peligrosas y, a veces, psicológicamente
perturbadoras. En primer lugar, vamos a sumergirnos en la vida de los
recolectores de basura.
Sueldos vs. horas de trabajo:
Es muy difícil comparar salarios entre puestos de trabajo distintos. Aunque un
profesor puede ganar $40.000 trabajando durante nueve meses al año, ¿cómo se
compara eso con un trabajo de oficina que paga $50.000 por 12 meses de trabajo?
Así que, cuando quiera comparar salarios, tenga en cuenta que depende mucho de
la experiencia, la ubicación, las horas de trabajo y la intensidad.
Recolector de basura
La mayoría de nosotros nos lavamos las manos tan pronto como sacamos la basura a
la calle. Si podemos evitar la tarea de sacar la basura, tiramos la basura en el
tacho y nos olvidamos de ella.
No es el caso de los recolectores de basura.
Si alguna vez ha visto un tacho de basura desbordado en la vía pública, puede
que se haya tomado un momento para pensar en la persona que iba a limpiar eso.
En la cumbre de los trabajos sucios, los recolectores de basura tienen que
lidiar con nuestra basura, día a día. En este trabajo ingrato, deben asegurarse
de que la basura llegue de nuestras casas hasta el relleno sanitario.
Estos
trabajadores suelen realizar largas jornadas de trabajo, viajando por las calles
juntando la basura, mientras esquivan a los conductores impacientes, que
ocasionalmente golpean a los chicos que están vaciando los botes de basura.
Esta es la razón por la que la recolección de basura es considerada como uno de
los trabajos más peligrosos.
Además de los conductores enojados, estos chicos tienen que convivir con las
fuerzas de la naturaleza, trabajando bajo la lluvia, el frío y la nieve. Y no
nos olvidemos del olor.
El olor de los pañales sucios y los huevos podridos no
puede ser agradable, especialmente después de cocinarse al sol en un día
caluroso. Incluso si los recolectores se acostumbran al olor con el tiempo, es
probable que no sean muy populares después de una jornada de trabajo.
A pesar de la suciedad, el riesgo y el olor, no hay escasez de recolectores de
basura. El salario anual promedio para esta ocupación es
alto -o relativamente alto- en la mayoría de los países (especialmente en donde
el sindicato es fuerte y bien organizado).