Negar
el
crédito
por
proyectos, ideas o planes de un empleado
Los gerentes inteligentes aprenden rápidamente que una de las formas más
significativas de reconocer y hacer sentir valorados a los empleados, es cuando
le dan crédito (públicamente) a quien
lo
merece.
Además, los gerentes
que, consciente o inconscientemente, le dan mérito a las
ideas, proyectos o planes de sus empleados, son universalmente apreciados.
Y la realidad es que el gerente crédito no puede engañar a nadie. El trabajo del
gerente, por definición, es lograr que las personas actúen eficientemente. Nadie
espera que el gerente haga todo.
De hecho, los gerentes que pueden maximizar la
eficiencia de los demás son los
más apreciados. Los gerentes cumplen con su trabajo cuando su personal tiene
éxito.
En el peor caso, los empleados comenzarán a guardarse las ideas, esperarán a que
haya testigos presentes para compartir sus soluciones potenciales y le
comunicarán la idea directamente al jefe del gerente, sólo para asegurarse de
que recibirán el crédito.
¿Cuál será la reacción de su jefe? Se preguntará por qué sus empleados no
quieren hablar con usted.
Establecer reglas para controlar las acciones de unos pocos empleados, y
hacerlas extensivas al resto
Usted siempre tendrá
empleados problemáticos, y los gerentes inteligentes deben
hacerle frente a los problemas directamente con el empleado en cuestión.
Algunos gerentes establecen nuevas políticas y hacen que todos se adhieran a las
nuevas reglas, sin importar si su rendimiento generaba o no problemas.
Un caso de nuevas normas generales que sólo apuntan regular el comportamiento de
algunas personas se produce, por ejemplo, cuando un gerente trata cierto
problema o asunto con todo su equipo, cuando únicamente un número limitado de
empleados estaban actuando de manera inadecuada.
Al llamarle la atención a todo el grupo, el gerente enajena a los empleados
productivos, que se preguntarán cuál es el problema y se sentirán injustamente
criticados.
Y los empleados problemáticos se esconderán en la multitud, no se tomarán las
críticas en serio y difícilmente enmendarán su conducta.
Mantener a las personas equivocadas durante demasiado tiempo
Los gerentes saben con bastante rapidez cuando un nuevo empleado puede no ser
una buena opción para las necesidades de la
empresa.
Pero muchos dudan en abordar el problema de forma rápida y decisiva. No les
gustan los conflictos, se engañan a ellos mismos creyendo que el empleado va a
mejorar con la práctica o quieren evitar los gastos y el tiempo que se perderá
para buscar un reemplazo.
También detestan que parezca que han hecho una mala elección. A nadie le gusta
equivocarse.
Pero, este error puede resolverse si el gerente corrige rápidamente una decisión
errónea respecto de un empleado.
Hacer promesas que no pueden (o no quieren) mantener o promesas que tienen
condiciones que no especifican
Los empleados creen en la palabra de los gerentes, y están dispuestos a escuchar
y dar crédito a sus promesas.
Si son engañados, no van a confiar en el gerente, que tendrá dificultades para
superar esa falta de confianza. Hay seis palabras que son importantes en el
vocabulario de un gerente.
Ellas son: "No lo sé, voy a averiguarlo", cuando se enfrente a preguntas o
situaciones sobre las que no puede predecir el resultado.
Confíe
en sus empleados hasta que demuestren que no son confiables
Así como deben lidiar con los empleados problemáticos directamente antes de
someter a todos los empleados a nuevas normas, los gerentes deben confiar en
todos sus empleados; no a ciegas, pero deben creer que la mayoría de los
empleados son de confianza.
Y deben tratar las conductas que no generan confianza directamente con el
empleado que no es de fiar. Cuando los gerentes tratan a los empleados como si
no fueran dignos de confianza, estos también van a desconfiar de su superior.
Los gerentes tienen un trabajo difícil porque tienen que lidiar con gente todos
los días. Pero no tienen que hacer su trabajo aún más difícil.
Encarar la gestión y la interacción con los empleados con sentido común le
allanará el camino para lograr un ambiente de trabajo cordial. La moral y
motivación de los empleados es vital, y la productividad del personal mejora
cuando los gerentes hacen las cosas bien.
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