Cliente evangelista, más que un cliente leal
El sábado me fui de pachanga con mis amigas. Somos un grupito de 5 chicas. Yo, la líder (cuándo no), y el resto del clan estábamos en una fiesta de cumpleaños disfrutando de la música.
De repente empezamos a hablar sobre cómo los dueños del negocio podrían aumentar su clientela y sus estrategias para atraer a los clientes con más frecuencia. De ahí empezamos a hablar sobre el servicio y sobre cómo las empresas utilizan estrategias para fidelizar a sus clientes.
Una de las chicas dice "Es por eso que me encanta ir a la gasolinera Texaco en Morovis (Puerto Rico). Ahí te atienden como una reina. Tan pronto te estacionas te OFRECEN limpiarte el parabrisas. Siempre son así. Amables todo el tiempo."
El cliente fiel es el que vende por ti
Mi amiga es el típico cliente que vende por ti. A este cliente se lo conoce como evangelista. Es el que tiene influencia en su círculo de amigos. Es una persona de confianza y respetada por sus opiniones.
No necesariamente tiene que ser una persona de poder. Así es el caso de una de mis amigas, a la que le encanta el maquillaje y las mujeres siempre andan pidiéndole consejos de belleza.
Cuando le piden un consejo sobre cómo utilizar las sombras, ellas les da el consejo y recomienda productos. La escuchas diciendo "para tus ojos te recomiendo el color azul mezcladito con uno más oscuro.
Pero el secreto está en la difuminación de las sombras. Y para difuminar nada como las brochas de X empresa. Ah. Y te recomiendo el rizador de X empresa porque te deja las pestañas largas y abundantes".
Igual pasa con mi amiga que recomendó la gasolinera Texaco. Ella tiene buenos autos, vive bien y tiene influencia. O como mi caso, que me encantan los zapatos y la ropa de moda.
Katrina (la que recomendó a Texaco), me llamó ayer para preguntarme si conocía una página web que vendiera zapatos. Le di mi recomendación y la empresa a la que recomendé no me pagó un centavo.
O tenemos el caso de personas que me llaman para pedirme sugerencias de diseñadores de páginas web. Yo soy una evangelista. Siempre ando recomendando y como tengo influencia le hago el trabajo publicitario a las empresas. ¡Y todo sin ganarme un centavo!
¿Dónde están estos clientes evangelistas?
Para conseguir evangelistas solo necesitas a una o dos personas en un círculo específico de tu mercado. Digamos que vendes ropa. Estate pendiente de esa persona que resalta sobre las demás. Que se ve segura de sí misma. Que viste bien. Esta es la persona a la que necesitas aliarte para que corra la voz.
Fideliza al evangelista
Un evangelista es una persona fidelizada. Satisfecha con tus servicios. Es la persona que correrá la voz cada vez que haya una conversación relacionada con tus productos o servicios.
Es una persona a la que los otros siguen. Admiran. Que la llaman para pedirle una sugerencia.
Si miras a fondo, en realidad todos somos evangelistas. Tú lo eres cuando te apasiona algo y la gente te pide consejos sobre esa temática.
Digamos que te encanta hacer barbacoas. Un amigo que desea hacer su primera barbacoa estará en el mercado buscando los utensilios apropiados.
¿A quién irá? ¿A la tienda o al amigo que sabe de pies a la cabeza sobre el mejor carbón, la mejor máquina, carnes, etcétera?
Existen muchos ejemplos: Una persona a la que le encante la pesca. Alguien a quien le fascinen los cruceros. Una persona a la que le guste economizar dinero. Solo pregúntate:
De mis clientes, ¿quién es el más apasionado por mis productos y servicios? ¿Quién es el que resalta? Y fidelízalo.
¡De ahí la importancia de fidelizar a tus clientes desde el comienzo! Con postales, llamadas, cartas, buen trato y un excelente servicio. Y estar siempre atento a ese evangelista que resalta.
Resumiendo:
* El cliente evangelista es una persona con influencia, no necesariamente con poder.
* Todos somos evangelistas. ¿Cuándo fue la última vez que un amigo te pidió un consejo sobre un producto o servicio similar?
* Fideliza a tus clientes desde el comienzo a través del seguimiento.
* Estate pendiente de la persona que resalte sobre las demás.
Por Diana Fontanez
Presidenta
www.atraerclientes.com
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