Suele decirse que la
valoración de un negocio
es más un arte que una ciencia. Si
esto es cierto, entonces la práctica de valorar una empresa nueva está aún más
en el dominio del artista.
Sin embargo, los empresarios tienen que ponerle un valor a sus nuevos
emprendimientos con el fin de recaudar dinero, y los inversores tienen que
ponerle un valor a sus inversiones para
generar liquidez.
Ya que ni los empresarios ni los inversores son conocidos por su enfoque
artístico, en este artículo le ofrecemos algunos consejos para que quienes
utilizan más el costado izquierdo del cerebro puedan realizar esta valoración
inicial.
1. Usted es lo que el mercado dice
Si los inversionistas le dicen que su emprendimiento vale $1.000.000, entonces
eso vale. Usted podría pensar que vale más.
Puede ser que incluso sepa que vale más, por que su empresa puede tener más de
$1.000.000 en bienes, o más de $1.000.000 en cuentas por cobrar.
Pero si usted es incapaz de recaudar fondos
para su emprendimiento con una
valoración superior a $1.000.000, entonces tendrá que aceptar la valoración del
mercado.
Sin embargo, esto no siempre es cierto. Si usted obtiene el dinero de familiares
y amigos en lugar de inversores profesionales, es posible que su compañía sea
sobrevalorada o infravalorada (más probablemente, sobrevalorada).
Por ejemplo, si usted convence a su padre y a su tía rica para que compren
acciones de su empresa a $20 por acción, eso que no significa que sus futuros
inversores pagarán más de $20 por acción, incluso si su negocio crece y
prospera.
2. Pero usted también puede decirle al mercado cuánto vale
Aunque esto puede parecer contradictorio con lo señalado anteriormente, usted
puede decirle al mercado cómo valorar su empresa.
Después de todo, si los inversores creen que su emprendimiento vale $1.000.000,
por lo general es debido a algo que usted les ha dicho.
Por definición, los nuevos emprendimientos no tienen un historial de desempeño
financiero en los que basar la valoración. Por lo tanto, depende del empresario
desarrollar un proceso para valorar su empresa, basándose en elementos
comparativos y proyecciones financieras:
• Elementos comparativos: Averigüe en cuánto están valuadas otras empresas de su
industria y de su ciudad. Si usted tiene un emprendimiento de alta tecnología o
de alto crecimiento, puede consultar a contadores y abogados para que lo
asesoren a determinar el panorama del mercado.
Los abogados tienden a sobrevalorar los emprendimientos y los contadores tienden
a menospreciar las nuevas empresas, por lo que es posible que desee consultar
con ambos antes de tomar una decisión.
• Proyecciones financieras: Aunque es muy difícil pronosticar los ingresos
en un emprendimiento nuevo, tendrá que hacerlo para determinar el valor y,
finalmente, para defender su valoración.
Por ejemplo, si usted está comenzando un negocio de alimentos para mascotas, su
valoración y sus proyecciones financieras probablemente serán menores que si
estuviera iniciando una empresa de biotecnología.
3. Su empresa no vale nada hasta que sea rentable
Si su empresa no es rentable, probablemente no valdrá mucho. Es decir que no
tendrá toda la liquidez que tendría si fuera rentable.
Muchas empresas no pueden ser vendidas, ya que no hay suficientes compradores
para todos los vendedores. Prácticamente todos los negocios no rentables no
pueden ser vendidos por esta misma razón.
Esto hace particularmente difícil la valoración de un emprendimiento nuevo. Dado
que a los pequeños negocios les lleva un tiempo volverse rentables, el secreto
para la valoración de las empresas nuevas es centrarse en el futuro.
En primer lugar, determine cuántos años necesitará para volverse rentable. Una
empresa con un largo camino hacia la rentabilidad normalmente tendrá un valor
inferior a una con un camino rápido hacia la rentabilidad.
Luego, determine la valoración que han obtenido empresas similares cuándo
alcanzaron la rentabilidad. Una empresa que fue valorada en $5.000.000 millones
al alcanzar la rentabilidad, debe haber tenido un valor de una fracción de ese
número en la fase de la puesta en marcha, en función de factores tales como la
probabilidad de éxito y la calidad de su equipo directivo.
Es fácil enredarse en la excitación de valorar su empresa al mayor precio
posible, lo que puede hacerle olvidar que usted algún día tendrá que cumplir con
las expectativas de los inversores.
También resulta tentador adaptar su modelo de negocio para maximizar su
valoración inicial. Evite sobrevalorar su emprendimiento con suposiciones
erróneas, esto sólo le complicará la vida, sobre todo si sus inversores tienen
poder de decisión, como por ejemplo si tienen puestos en el directorio de la
empresa.
Al igual que los artistas, los empresarios tienen que usar la creatividad para
valorar sus nuevos emprendimientos. Los enfoques tradicionales para la
valoración se basan en valores y tasas contables.
Si desea que su emprendimiento sea una obra de arte, tendrá que usar el costado
derecho de su cerebro tanto como el izquierdo para determinar el valor de su
empresa.
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