Conviene ser objetivo y tener un plan alternativo
No planificar
financieramente los
gastos del negocio, al menos para todo el primer año puede
ser fatal. Los principales errores del presupuesto radican en
inflar las
inversiones y subestimar los gastos. Conviene gastar en un experto a perder todo
por falta de planificación.
Un factor esencial son
los clientes. ¿Estás seguro que existe demanda para tu oferta? Hay que comparar
las ideas, realizar un programa piloto o buscar asesoría por fuera del círculo
de amigos y familiares.
Según los expertos, la
enfermedad mortal de las empresas es que el dinero deje de fluir. Por eso, es
preciso diversificar las fuentes de ingreso.
Hay que prever
escenarios donde se contemple un techo de ingresos y pensar además en un
“colchón” de supervivencia. Nunca hay que dejar que la caja llegue a cero.
Un inversor puede
arruinarlo todo si carece de experiencia en el sector. Hay que conocer
expectativas de inversión y las metas que cada socio tiene, en caso de haberlo,
quiere alcanzar con el negocio.
La falta de recursos,
en ocasiones, lleva a las empresas a endeudarse de manera irresponsable, para
evitar esto es condición crear proyecciones a largo y corto plazo que ayuden a
delimitar el grado de endeudamiento tolerable que contemple la capacidad de
pago.
Hay que saber además
que ninguna empresa empieza ganando, y los negocios lo primero que deben de
hacer es establecer costos, identificar su competencia, qué precios está
manejando además del marketing y la planificación financiera.
La capacitación
representa la mejor inversión que pueden hacer las empresas, ya que la formación
con que cuente el empresario y sus colaboradores es uno de elementos capaces de
potencializar el crecimiento que presente el negocio.
Tener
la idea y el capital no garantizan el éxito
Hay que descartar
además ser un empresario orquesta, tratando de no delegar. Es preciso tener
personal para que el empresario se dedique a las cosas que realmente son
importantes y que hacen crecer a la empresa.
El establecimiento de
medidas de control, además de ayudar en el manejo de las operaciones de la
empresa, puede ser utilizado como una metodología de análisis de los errores y
aciertos que se hayan cometido.
Los controles no son
malos, permiten un estado de alerta sobre lo bueno y malo que sucede en la
empresa.
Se calcula que de 400
empresas solo el uno por ciento invierte en un tema de investigación real de
negocio que analice el mercado, la estadística, la conducta del consumidor y las
tendencias que existen.
Cuando se descarta el
análisis estratégico los riesgos son más altos.
Solucionar las cosas
según se presentan, limita mucho el crecimiento de la empresa. Una planificación
no es una estructura uniforme y rígida pero permite mismas metas y la idea de
negocio uniforme con un rumbo de acción.
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