1. Tumbados en el piso, con las rodillas flexionadas, nos
estiramos.
Tomamos aire, y al subir a sentarse
exhalamos.
2. Nos damos vuelta y apoyamos ambos
antebrazos en el piso, y ambos pies.
Nos mantenemos en posición de plancha,
con el abdomen contraído.
3. En esa posición, llevamos una rodilla
hacia arriba y luego la otra.
Siempre debemos mantener la postura en
todo momento.
4. Desde la posición de plancha,
llevamos ambos pies hacia adelante y hacia atrás.
5. Sin perder la postura, me pongo de
lado, dejando solo un antebrazo apoyado. Luego, vamos al otro lado.
Con estos 5 movimientos ya tienes el
ejercicio completo. Debes repetir esta secuencia 10 veces, intercalando el lado
por el que volteamos.