Consejo 1: Omega 3
Tu cerebro es 60% grasa. Los ácidos grasos del Omega-3 son unas de las grasas
más importantes para tu cerebro.
Antes de la invención de la agricultura, los humanos obtenían su Omega-3
principalmente de la carne. Los animales de granja de hoy en día, sin embargo,
tienen una cantidad mucho menor de Omega-3 de la que deberían. 10000 años atrás,
los animales como las gallinas se alimentaban de pasto, gusanos y semillas – una
dieta rica en Omega-3. Pero hoy en día, las gallinas son alimentadas con maíz.
Montones de maíz.
Como resultado de eso, las gallinas de hoy en día, sus huevos, su carne, etc.,
tienen una cantidad mucho menor de Omega-3 de la que deberían.
El consumo bajo de Omega-3 ha sido relacionado a los trastornos más
inverosímiles, desde la depresión hasta incidencias aumentadas de homicidios
(fuera de broma).
El Omega-3 en el cerebro hace que las células del cerebro sean más “flexibles”,
algo que es inmensamente importante a la hora de generar nuevos recuerdos y
aprender nuevas habilidades. ¡Unas células cerebrales flexibles son células
saludables!
Un bajo consumo de Omega-3 hace que tus células cerebrales sean duras y rígidas.
Es por esto que apoyo la idea de tomar un suplemento de aceite de pescado, el
cual contiene suficiente Omega-3 como para una “flexibilidad” cerebral óptima.
Pero también hay otras opciones, como el aceite de linaza.
Consejo 2: Muchos antioxidantes
Algunas de las grasas encontradas en tu cerebro son realmente vulnerables ante
el estrés oxidativo. Los
antioxidantes
previenen que esas grasas se enrancien.
Obtén tus antioxidantes a partir de alimentos como verduras de hojas verdes o
bayas.
El té y el café también es una fuente genial de antioxidantes. Recomiendo
echarle un vistazo al té verde de la variedad matcha para obtener un gran aporte
de antioxidantes.
Consejo 3: Mantén a raya la ingesta de azúcares y grasas refinadas
Tu cerebro utiliza glucosa (un tipo de azúcar) como combustible, pero demasiada
azúcar puede hacer que las células de tu cerebro se vuelvan “resistentes” a
ella.
Nunca es bueno sobrecargar a tu cerebro con demasiada glucosa.
Es posible disminuir los requerimientos de glucosa de tu cerebro en un 60%
aproximadamente, al cambiar tu cuerpo a una “modalidad de quemado de grasa”, en
la cual tu cuerpo utiliza moléculas grasas llamadas “cetonas como combustible
secundario. Para hacer esto, simplemente reduce el consumo de azúcar y grasas
refinadas.
De hecho, he recibido una importante cantidad de correos de lectores que me
escriben diciéndome como se arreglaron sus problemas para dormir al eliminar el
azúcar.
Consejo 4: Haz ejercicio
El ejercicio mejora el flujo sanguíneo hasta el cerebro, e incluso ha demostrado
promover el crecimiento de nuevas células cerebrales – un proceso llamado
neurogénesis.
No soy un fanático de lo que se llama “ejercicio cardiovascular crónico”.
Prefiero grandes cantidades de movimientos lentos (caminar) combinado con cortos
períodos de alta actividad (carrera rápida).
Una intensidad demasiado elevada de ejercicio cardiovascular provoca una
respuesta de estrés elevada que puede dificultar el sueño durante la noche.
Consejo 5. Úsalo o piérdelo
Otro consejo obvio… Estimular al cerebro en alguna manera nueva y desafiante
estimula al cerebro para desarrollar nuevas células y para mejorar el control de
los pensamientos, la velocidad de procesamiento de los pensamientos, etc.
Diversos estudios han mostrado que las regiones del cerebro que se encienden
durante el sueño frecuentemente son aquellas que corresponden a las varias
actividades realizadas durante el día anterior.
Así que los pianistas que practican en cualquier momento en un día en
particular, tendrán un “área del piano” encendida durante la tercera y cuarta
etapa del sueño durante la misma noche – éstas son probablemente los mecanismos
de consolidación de la memoria trabajando.
Al usar tu mente de alguna manera nueva y desafiante durante el día, estarás
aprovechando y sacando ventaja de las funciones que mejoran al cerebro durante
el sueño profundo por la noche.
Y tal como afirman los especialistas en sueño: “La calidad del sueño por la
noche será tan buena como la calidad de tu día.”
Si te lleva más de 30 minutos dormirte, sufres de insomnio. Y hay una buena
posibilidad de que ‘Cómo
Curar el Insomnio: La Guía de Remedios Naturales para el Insomnio’ pueda
ayudarte –.
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