Es
común en las personas mayores comenzar a tener inconvenientes durante la
marcha. A medida que avanzan en
edad, adquieren una forma de caminar totalmente inadecuada.
Algunas
de estas dificultades son:
– Perder el ancho en la
caminata, muchas veces incluso cruzando los pies.
– Apoyar al dar el paso,
primero con la punta del pie en lugar del talón.
– Es común dejar de balancear
los brazos o caminar adelantando a un tiempo
el brazo y la pierna del mismo lado.
– Arrastrar los pies.
– Perder la
flexibilidad de las
rodillas en especial.
– La mirada está dirigida al piso en lugar de mirar al frente.
Algunas
de estas dificultades o la suma de
ellas genera sus primeros
desequilibrios.
Este
desequilibrio físico provoca con el tiempo una falta de confianza en si mismo
que hace que: se recluya en su casa ; limite sus salidas; dependa de otros para cualquier actividad.
Caminatas
Para
volver a tener una marcha adecuada, es conveniente seguir la siguiente metodología:
comenzar con ejercicios de Chi Kung básicamente
en el lugar, realizados con una respiración totalmente natural. El fin será recuperar el ancho de los pies, obtener mejor postura corporal, mayor
flexibilidad y mantener la mirada al frente.
A
partir de esta modificación se comienza con distintos tipos de caminata con un
objetivo principal: obtener mayor equilibrio en la marcha para que la persona se
sienta segura desde el punto de vista físico, mental y emocional.
El
arrastre de los pies (si lo hubiera) será el primer detalle a tratar. Al no
levantar los pies del piso para caminar, se corre el riesgo de tropezar y que se
produzca una caída. Una manera fácil de corregir este inconveniente – luego de
haber flexibilizado las rodillas a través de los ejercicios en el lugar -, es no permitir que se escuche el
sonido de los pies.
Este sonido perturba a los oídos, generando una reacción
del cuerpo que impide caminar con tranquilidad mental y emocional.
Una
vez que se ha logrado no arrastrar los pies, recién entonces se comenzará a
practicar las diferentes caminatas primeramente la de I Chuan Tao, – técnica que incluye movimientos muy suaves acompañados de
determinados pensamientos – para
con posterioridad, introducirnos en las caminatas que ofrece el Tai
Chi Chuan un poco más complejas.
A
medida que avanzan en la práctica, con tiempo y dedicación lograran: un mayor
equilibrio, buena circulación, flexibilidad y dinamismo y bajara el riesgo de
hipertensión y quebraduras.
Por
eso es que, tan solo caminar correctamente puede cambiarle la vida al adulto
mayor.