La grata sensación de armonía, serenidad, bienestar y amor sólo se percibe si los chakras están abiertos y funcionan perfectamente, algo en realidad difícil.


Chakras
en sánscrito quiere decir “rueda” o “remolino de energía” y se
relacionan con la filosofía oriental
de hace más de 5000 años del “Yo” y
el “Todo”, un intercambio constante y activo entre el hombre y el universo.

Los más
importantes son siete situados en el cuerpo a lo largo de la columna vertebral,
desde la zona sacra hasta la cúspide de la cabeza, son fundamentales para el
cuerpo, la mente y el espíritu, puesto que de ellos depende su equilibrio.


Cada
uno de estos centros energéticos es como una zona refleja que rige el
funcionamiento de las distintas partes de nuestro organismo.

Los siete
chakras son los lugares privilegiados en los que se produce la interacción entre
el hombre y el universo.

En cada uno de nosotros se encuentra una pequeña parte de éste, que a su manera realiza su
“respiración cósmica” alternando rítmicamente los ciclos nocturnos y los
diurnos, igual que el hombre alterna inconscientemente el predominio de uno u
otro orificio nasal durante la respiración

EL
COLOR DE LA ENERGIA

Los
chakras son estructuras semejantes a lentes que recogen y refuerzan la luz que
nos rodea. Cada uno tiene un centro mayor y otro menor, mientras las capas del
aura que rodean el cuerpo producen un efecto tipo “recipiente”, los chakras
aportan su “contenido”, y ambos se complementan para crear y sustentar vida.

Cada uno de los 7 chakras tiene su color e incluso su nota musical, que ayudan a
visualizarlos dentro de uno mismo.

Los colores que
irradian dependen exclusivamente de la velocidad de rotación: los tonos cálidos
(marrón, rojo, naranja) corresponden a velocidades más bajas, mientras que los
tonos fríos (verde, índigo, violeta) están asociados con las altas. La línea
fronteriza está representada por el amarillo, que constituye el punto de
equilibrio.

La energía
debe utilizarse para estar en perfecta sintonía con nosotros y lo que nos
rodea. No se trata de cambiar nuestra forma de vivir, sino de vivir más
inteligentemente y conectar con nuestra propia longitud de onda.

Al activar la
energía de los
chakras con las manos conseguiremos que nuestro masaje sea una
experiencia maravillosa, un tratamiento realmente eficaz en lo material y en lo
espiritual. En definitiva, unir técnica y sensaciones, una vivencia única e
inolvidable.

En Occidente se conocen actualmente más de 30 técnicas de masaje, todas ellas de
probada eficacia. El
shiatsu y la técnica de la polaridad, que ya hemos
expuesto anteriormente, se basan en el mismo principio, el equilibrio de los canales energéticos.

COLORES
Y FUNCIONES

Chakra
Muladhara.

Situado en la espina dorsal. A este chakra se le relaciona con la pasión, la
energía vital, la sexualidad y el poder creativo. Se exterioriza como la glándula
adrenal y rige el funcionamiento de los riñones y la columna vertebral. Su
percepción es de color rojo.

Chakra
Swaadistana
.
Situado en el sacro. Es el de la creatividad, el bienestar y la alegría. Está
localizado en los órganos reproductores y en las glándulas supra renales. Se
relaciona también con la ovulación, la circulación y la segregación de los líquidos
corporales. Se le identifica con el color naranja.

Chakra
Manipura.

Situado en el plexo solar.
Como el Sol, es la luz que ha descendido del sistema nervioso y está
relacionado
con el reconocimiento del ser humano y su dignidad. Es el centro del que
parten las emociones

y lo que podíamos llamar el poder personal. Se le identifica con el
color amarillo oro.

Chakra
Anahata.

Situado en el corazón. Es el centro del amor y la armonía, y allí reluce el
alma de una persona. Corresponde al timo y al corazón y son dos chakras que
comparten el mismo nombre. Su exteriorización glandular se manifiesta en el
timo.

A través de este chakra nos enamoramos, es decir, experimentamos esa
energía amorosa, la más poderosa de todas. Su color es el verde.

Chakra
Vishudda.
Situado en la garganta. Está centrado en la energía de las glándulas
tiroides, y es el centro de expresión creativa a través del sonido. Se
relaciona con la comunicación y la expresión de la verdad. Su color es el
azul.

Chakra
Ajna
.
Situado en el centro de la frente. Se le conoce como tercer ojo. Se exterioriza
como la glándula pituitaria. Gobierna la parte inferior del cerebro y del
sistema nervioso, los oídos, la nariz y el ojo izquierdo, que es él da la
personalidad. Está íntimamente ligado con el idealismo y la imaginación. Su
color es el añil o índigo.

Chakra
Shasara
.
Situado en la coronilla. Se exterioriza a través de la glándula pineal y
gobierna la parte superior del cerebro y del ojo derecho.

Este chakra es el
centro de la espiritualidad y nos conecta con una inteligencia infinita. Cuando
este chakra se abre, se experimenta una maravillosa sensación de identificación
entre el yo y la realidad exterior. Su color es el magenta.

El concepto de energía es muy amplio y difícil de
delimitar. En Occidente esta palabra se asimila
a
“fuerza”.
Disponemos de energía eléctrica, eólica, solar, etc.

Por otro lado, el
vocablo sánscrito Prana (Kl para los japoneses) es el término que mejor recoge
la versión oriental de la “energía”. Según el diccionario oriental, el
prana es la respiración, el hálito vital, la energía cósmica que sustenta la
vida, y se manifiesta sobre todo en el proceso respiratorio.

Al
activar la energía de los chakras con las manos conseguimos que nuestro masaje
sea una experiencia maravillosa, un tratamiento realmente eficaz en lo material
y en lo espiritual.