Si la decisión de hacer ejercicio ya está tomada, es el momento de elegir el mejor gimnasio que se pueda. Muchos individuos basan la decisión en el precio o en la cantidad de aparatos que tiene el sitio, pero hay que considerar otros aspectos que influyen en el día a día.
“Lo primero que hay que determinar es qué tipo de ejercicios se desea llevar adelante. No es lo mismo una persona que quiere ganar y marcar músculos a una que está interesada en diferentes tipos de bailes.
La primera necesitará un equipamiento importante, pero la segunda solamente se valdrá de la música y una buena ropa deportiva que le permita moverse con libertad”, sostiene la entrenadora personal española Contxi Armengol.
Una vez que se tiene claro qué tipo de gimnasia se desea hacer, hay que informarse en la recepción de los gimnasios sobre rutinas y tipos de aparatos, bailes o deportes específicos.
“Uno tiende a buscar de más y querer abarcar todo, pero lo mejor es centrarse en el interés que se tienen en el aquí y ahora y poder decidir para aprovecharse en un ciento por ciento de lo que cada gimnasio pueda ofrecer”, destaca la profesional.
Cómo elegir un gimnasio
1.- Flexibilidad horaria. Es conveniente que el centro elegido pueda tener una variedad de horarios a la hora de realizar las actividades. Aunque lo mejor es siempre ir a un horario fijo, pueden surgir imprevistos y siempre es bueno poder optar por alguna otra posibilidad y no tener que perder una clase.
2.- Al visitar los gimnasios, hay que solicitar entrar a los vestuarios para ver en qué estado se encuentran. Saber si están limpios y saber también con qué equipamiento cuentan.
3.- Conocer a los entrenadores ya que es bueno poder hablar con ellos para tener una impresión formada, ver con cuánta gente trabajan y conocer cómo es el trato que brindan a los clientes.
4.- Aunque parezca un detalle menor, muchos gimnasios tienen el volumen de la música muy alto. Esta situación puede resultar molesta e impedir la concentración.
5.- Al entrar en el gimnasio hay que informarse muy bien sobre el material que conceden a los clientes, qué tipo de equipos hay en el centro deportivo, la cantidad de gente que suele haber en el horario en el que se desea acudir, saber si se tendrá un entrenador personal y si habrá rutinas específicas adaptadas de modo individual.
Estas sugerencias son útiles para luego determinar qué propuesta se adapta mejor a las posibilidades y preferencias de cada uno.
No hay que olvidar que la cercanía al hogar es otro factor preponderante y que ejerce un peso considerable, sobre todo si hay días en los que no apetezca acercarse a mover el cuerpo. Si el centro de encuentra cerca del hogar, será más difícil encontrar una excusa.